Ante la restricción de movimiento en todo el territorio italiano decretado por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus, un sacerdote ha tomado la iniciativa de salir a las calles para bendecir a la población y llevar sus oraciones a los hogares.
«La gente no viene a la iglesia a rezar incluso si la tengo abierta todo el día. Puedo comprender sus temores. Por esto he salido en busca de ellos con la Virgen, nuestra patrona», declaró el religioso.
La idea surgió del P. Andrea Vena, párroco de Bibione, de la Diócesis de Concordia- Pordenone, en la región del Veneto, una de las zonas más afectadas por el Covid-19, que en Italia ya cobrado la vida de casi 500 personas.
El presbítero recorre las principales calles del pueblo a bordo de un motocarro, donde va acompañado de la imagen mariana luego de haber acordado el plan con el alcalde. «Sin hacer procesiones, sino solo como signo de cercanía a quien no sale de casa», dijo.