Jackson Maramara, de 11 años de edad, es un niño venezolano que, recientemente, destacó en el programa “La Voz Kids Colombia”, por su “alegría, ritmo y afinación”, además de su desgarradora historia.
El menor era reconocido en Barquisimeto, de donde es oriundo, como “el cantante”. Los comerciantes del Mercado Mayorista, Mercabar, solían pedirle canciones y le pagaban con comida que él luego llevaba a su casa, un rancho de zinc que le habían prestado a su familia.
Como si fuese poco, la humilde vivienda fue desvalijada por delincuentes de la zona que se llevaron la computadora Canaima donde el niño buscaba sus canciones preferidas para practicar.
Posteriormente, emigró a Colombia junto a su familia y estuvo viviendo en las calles. Una señora la que llama madrina le permitió cantar en las adyacencias de su tienda, y la mujer le tomó tanto cariño que se convirtió en su protectora y hasta le pagó a una docente para que lo enseñara a leer.