Si algo caracteriza al venezolano es su don de gente. Los nacidos en esta tierra tienen la extraordinaria virtud de ser solidarios con quien lo necesita, el conmovedor caso del abuelito abandonado por sus propios hijos despertó la sensibilidad de muchos.
A poco del Día del Padre, Roberto Ramírez recaló en una nueva ‘estación’ del ‘viacrucis’ que le ha tocado vivir. El nonagenario está abandonado a su suerte por los hijos que trajo al mundo, crió y levantó, reseñó Panorama.
El rotativo zuliano, informó que un traslado en ambulancia lo llevó, del edificio Jabillo 3, en El Varillal, Maracaibo, al Hospital General del Sur y, de ahí lo remitieron al Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inass) en Milagro Norte: su nuevo hogar.
El abuelito de 95 años expresó: “Cualquier cosa me hace llorar, porque no tienen ni idea de lo que es estar incapacitado como estoy yo. Me da dolor pedir que me sienten y lleven a algún lado”.
La disputa entre los hijos de Ramírez y el manejo de su dinero, acumulado producto de su negocio de fabricación de pinturas, habría sido el detonante para que no tuviera un hogar fijo y terminara abandonado por su familia, el pasado 12 de junio, en El Varillal.
“Son la mejor familia que tengo. Han hecho de todo por mí”, repetía Roberto sobre los vecinos que lo cuidaron.
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