McDonald’s informó en un comunicado que está trabajando por solucionar la escasez. «Mientras tanto, seguimos ofreciendo a nuestros clientes la experiencia McDonald’s con opciones 100% venezolanas», indicó la compañía.
John Toaspern, jefe de mercadotecnia de la Junta de la Papa de Estados Unidos, dijo que la importación de papas fritas congeladas desde Venezuela bajó vertiginosamente mucho antes que la disputa laboral se hiciera sentir. Durante los primeros 10 meses del 2014, el país importó sólo 14% de las papas fritas que en el mismo período del año anterior, según datos federales compilados por la Junta.
La escasez de la mayoría de los productos en Venezuela se debe a los estrictos controles de cambio, que dificultan conseguir dólares subsidiados para las importaciones, a la vez que crea un vibrante mercado negro de dólares. Como resultado, Venezuela tiene la Cajita Feliz más cara del mundo (27 dólares al cambio oficial) o la más barata (90 centavos de dólar al cambio en el mercado negro).
Aunque McDonald’s pudiera ser el mayor símbolo del capitalismo estadounidense, el gobierno socialista de Venezuela parece estar muy al tanto de que sus ciudadanos adoran sus Cajitas Felices. El lunes, un portal noticioso auspiciado por el gobierno publicó una noticia en que asegura que la situación «no tiene nada que ver con las políticas del gobierno».
En el McDonald’s de Caracas, un hombre que tenía puesta una gorra de «empleado del mes» enfrentaba el lunes la avalancha de clientes, a quienes explicaba pacientemente que en vez de papas fritas se les ofrecía yuca frita, miniarepas o ensalada.
Los clientes probaban con recelo la descolorida yuca frita mientras recogían sus pedidos. Pero nadie escogió la ensalada.
Fuente: El Nuevo Herald.