El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, respondió en una carta abierta a los insultos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien lo llamó “basura” por condenar el asesinato del dirigente de AD, Luis Manuel Díaz.
Pidió a Maduro que desarme a los grupos civiles armados, “especialmente a aquellos que dependen del Gobierno o del partido del Gobierno”.
“Y mi petición se refiere especialmente a estos últimos, porque supongo y espero que tenga influencia y poder sobre ellos, señor presidente. En cualquier caso, al país le haría bien despojar a la política de las armas y de la delincuencia”, afirma Almagro en la misiva, a la que tuvo acceso Efe.
Almagro estructura toda la carta en explicar a Maduro por qué “no es basura” haber pronunciado cada una de sus frases críticas sobre el proceso electoral en Venezuela, después de que el mandatario del país caribeño le profiriera ese insulto este jueves.
“Serlo (basura) sería ser indulgente con la muerte violenta, con las amenazas, con las razones del miedo; ser basura sería que no dolieran los muertos de Venezuela”, defiende Almagro en su misiva.
“Cada muerte nos debe doler, se llame Eleazar Hernández o Pablo Sussoni, Génesis Arguisone o casos del pasado como el de Robert Serra y su pareja, o Eliezer Otaiza, o el más reciente, Luis Manuel Díaz, que murió en un acto de campaña”, añade.
Para Almagro, en el caso del opositor Díaz es “urgente” efectuar una investigación del asesinato “por la naturaleza del crimen político”, y que esa investigación aporte conclusiones irrefutables.
“Igual que es necesario investigar y resolver los casos pendientes de los 43 asesinados en las manifestaciones del pasado u otros casos todavía no resueltos. Eso brindaría seguridad”, agrega el excanciller uruguayo.
Almagro emitió este jueves un duro comunicado en el que consideraba que con la muerte del opositor Díaz se busca “amedrentar” a la oposición y le pedía a Maduro que actúe para que las elecciones no sean “un ejercicio de fuerza, violencia y miedo”.
Ese mismo día, Maduro llamó “basura” al secretario general de la OEA por su comunicado sobre la muerte de Díaz, del partido Acción Democrática (AD) y fallecido este miércoles a causa de un disparo que recibió al finalizar un acto de campaña electoral.
“No es ser basura, señor presidente Nicolás Maduro condenar el asesinato de un político y hacer un llamado a detener ya la violencia en curso en el país”, dice Almagro en su carta.
“Y si no le consta, señor presidente de todos los venezolanos, el miedo y la inseguridad de la oposición, entonces debería escucharlos para que se lo digan directamente”, apunta.
“Los insultos y la impunidad, venga esta de donde venga, no pueden ser la respuesta a un clamor nacional e internacional de igualdad de derechos y justicia electoral”, añade.
Almagro concluye diciéndole a Maduro que espera que “estos principios” no les separen.
“Espero que estos principios, señor presidente, no nos separen y me pongan a mí de un lado y a Usted del otro. Y esta respuesta de hoy, no la hago para ponerme a salvo de los intentos de insultarme. Pero prefiero escuchar argumentos”, dice.
“Me importa la felicidad y la paz de su pueblo. Y deseo, además, que el pueblo venezolano alcance su felicidad durante su mandato, porque la felicidad de los pueblos ‘no admite la menor demora’, como tampoco sus causas, en el sentido original de la frase del General Jose Gervasio Artigas”, finaliza su carta.
Almagro recordó el jueves que “recientemente se han multiplicado las denuncias de faltas de garantías en el proceso electoral” de las parlamentarias de Venezuela previstas para el 6 de diciembre, las mismas críticas que efectuó en una reciente carta a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) del país caribeño, Tibisay Lucena.
Esa misiva, su primer pronunciamiento duro con Venezuela, le valió no solo las críticas de Caracas sino también el “adiós” del expresidente Uruguayo José Mujica, de quien fue canciller y quien le animó a presentarse para liderar la OEA.
Carta abierta del Secretario General de la OEA sobre clima pre-electoral
28 de noviembre de 2015
Hoy, a una semana del acto electoral del 6D vuelvo a hacer un pedido en favor de la paz y de poner fin a la violencia en Venezuela. Los insultos y la impunidad, venga esta de donde venga, no pueden ser la respuesta a un clamor nacional e internacional de igualdad de derechos y justicia electoral.
No es ser basura, Señor Presidente Nicolás Maduro condenar el asesinato de un político y hacer un llamado a detener ya la violencia en curso en el país, o decir que ”la muerte violenta de toda persona es un hecho execrable que nuestra conciencia no puede admitir. El asesinato de un militante político, además, nos deja a todos más vulnerables, señala que somos todos víctimas reales, no solamente potenciales”. Basura sería sostener lo contrario.
Igualmente, no es basura decir que “el asesinato de un dirigente político es una herida de muerte a la democracia, y una sucesión de hechos de violencia política en un proceso electoral es la muerte de mucha democracia”.
Tampoco lo es, hacer referencia “a otros ataques realizados contra otros dirigentes políticos en una estrategia que procura amedrentar a la oposición” y que “en realidad, el temor llega a la sociedad entera y estremece a toda la comunidad internacional”.
Inseguridad y Miedo no pueden dominar campaña
Y si no le consta, Señor Presidente de todos los venezolanos, el miedo y la inseguridad de la oposición, entonces debería escucharlos para que se lo digan directamente.
Pido solamente que cada militante y cada estudiante -de la filiación política que sea- puedan salir a expresarse en paz política y socialmente, y pueda estar seguro de volver tranquilo a su casa; que cada político, desde el mejor al peor, sean protegidos, estén a salvo de cualquier atentado por el motivo que sea. Ser basura sería pedir y querer lo contrario.
No es ser basura, pedir “al Gobierno actuar ya”, pedir “el cese de toda violencia; pedir “transformar la contienda electoral en una fiesta y no en un ejercicio de fuerza, violencia y miedo”; pedir “las garantías más absolutas para todos”. Serlo sería no reclamar esos derechos.
Desarmar grupos civiles armados, un imperativo cívico
No es ser basura pedir “restablecer el clima de paz y el respeto a las leyes inmediatamente”, ni querer ponerle fin a “los discursos cargados de amenazas, de pronósticos oscuros y a desarmar a cualquier grupo civil armado, especialmente aquellos que dependen del Gobierno o del partido de Gobierno”. Y mi petición se refiere especialmente a estos últimos, porque supongo y espero que tenga influencia y poder sobre ellos, señor Presidente. En cualquier caso, al país le haría bien despojar a la política de las armas y de la delincuencia.
No es ser basura señalar que “no debe haber un muerto más, no debe haber una amenaza más”, que es “hora de ponerle fin al miedo”, que “cada muerto en Venezuela duele hoy en todas las Américas”.
Serlo sería ser indulgente con la muerte violenta, con las amenazas, con las razones del miedo; ser basura sería que no dolieran los muertos de Venezuela. Cada muerte nos debe doler, se llame Eleazar Hernández o Pablo Sussoni, Génesis Arguisone o casos del pasado como el de Robert Serra y su pareja, o Eliezer Otaiza, o el más reciente, Luis Manuel Díaz, que murió en un acto de campaña.
Que los principios no nos separen
Y sobre el caso de Luis Manuel Díaz es urgente– por la naturaleza de crimen político–una investigación del asesinato, y que esa investigación aporte conclusiones irrefutables, igual que es necesario investigar y resolver los casos pendientes de los 43 asesinados en las manifestaciones del pasado u otros casos todavía no resueltos. Eso brindaría seguridad.
Espero que estos principios, señor Presidente, no nos separen y me pongan a mí de un lado y a Usted del otro. Y esta respuesta de hoy, no la hago para ponerme a salvo de los intentos de insultarme, pero prefiero escuchar argumentos.
Me importa la felicidad y la paz de su pueblo. Y deseo, además, que el Pueblo venezolano alcance su felicidad durante su mandato, porque la felicidad de los pueblos “no admite la menor demora”, como tampoco sus causas, en el sentido original de la frase del General José Gervasio Artigas.
Luis Almagro,
Secretario General de la OEA