Madres, abuelas y niñas han venido desocupando las estanterías decoradas por las Barbies, a lo largo y ancho de Caracas, cuando se enteraron de que el Gobierno ordenó a grandes almacenes y tiendas de cadena a vender la codiciada y escultural muñeca de plástico a precio de ganga durante esta temporada navideña. Crystal Casanova, por ejemplo, apenas tuvo tiempo de decorar la vitrina del almacén con las relucientes cajas de fondo rosa cuando una horda de mujeres arribó a la tienda donde trabaja. No tuvieron que convencer a nadie de que se llevara la estilizada figura de plástico, de pelo rubio liso y curvas perfectas pues las clientas directamente las sustraían de las cajas de cartón que vienen con el sello de la compañía estadounidense Mattel.
En cuestión de minutos, las compradoras barrieron con las existencias de Barbies, vendidas al módico precio de 250 bolívares; unos 2.50 dólares de acuerdo con la tasa del mercado negro del dólar. Desde hace varios años, el gobierno de Venezuela ha impuesto un control de precios para productos de primera necesidad como la leche, los pañales, o los detergentes.