¿Qué le hace pensar que el presidente Nicolás Maduro dijo en un primer momento que se iban a otorgar en cada subasta unos 900 millones de dólares, a última hora dijo que sólo se iban a otorgar sólo 100 millones?
-Sí, creo que hubo un par de informaciones que se cruzaron; porque, por una parte Rafael Ramírez dijo que se iban a entregar 100 millones de dólares todas las semanas y, por otra parte, dijo que Cadivi autorizaría 920 millones semanales, lo cual, si lo sumamos, daría unos 1 mil 20 millones semanal, y completó con que las importaciones del sector público, de gobierno a gobierno; algunas pagadas con bonos; porque no hay efectivo, sumaría un total de entrega de divisas de 1 mil 400 millones de dólares semanales. Esa fue la oferta, pero que no creo tengan divisas ni intención de cumplir.
-Quizás, Ramírez nos está dando una especie de alivio demagógico con el manejo de las cifras sobre la oferta semanal de aquí a fin de año. Se trata de un problema serio, es una crisis de balanza de pagos; tenemos limitado el suministro de divisas de Pdvsa al BCV, y el BCV limitando la entrega de divisas a Cadivi; hay un déficit de divisas mensual, en cuanto al balance de oferta y demanda de divisas, que es cubierto con las ya menguadas reservas internacionales.
-El BCV está usando las reservas cada mes del 2013 y las reservas caen. En este escenario lo que, realmente, Ramírez ofreció no se puede calificar sino como un plan económico navideño; para llegar al final de año, cuando hay elecciones municipales, y se quiere mantener esta ficción de que no pasa nada grave, sino que hay una guerra económica, manejada por la oposición. Una autentica farsa, sin escrúpulos ni preocupación por las consecuencias para Venezuela.
¿Hasta qué punto puede tener éxito el gobierno en la creación de la matriz de opinión, de que, en efecto, hay una guerra económica, y la que impacta, según la misma, sobre la escasez y el alto costo de la vida?
-Yo me imagino que la campaña publicitaria, que trata de argumentar que hay una guerra económica pretende llegar el mensaje, sobre todo, al sector ese que llamaríamos el chavismo duro; el chavismo más leal, el que está vinculado a todas las operaciones del Estado, del partido, de las misiones. Lo que se trata es de calmar a este electorado cautivo, en el marco de una polarización extrema en nuestro escenario político, y quien pudiera comprar esa tesis por un tiempo.
-Pues creo que el resto del país, difícilmente, puede admitir que hay una guerra económica; cuando el proceso de deterioro de caída del bolívar en el mercado paralelo; el proceso de restricción de entrega de divisas al tipo de cambio oficial; la subida de la inflación; el ensanchamiento del déficit fiscal del sector público, tanto en el gobierno central, Pdvsa, como la Corporación Venezolana de Guayana; además de la información disponible sobre el financiamiento monetario del BCV hacen un cuadro, claramente, de crisis macroeconómica; que cualquier persona, medianamente, informada entendería.
En ese sentido, ¿cuál es la situación del BCV hoy en día en cuanto a las reservas internacionales?
-Tenemos un nivel de reservas internacionales bastante bajo. La semana pasada cerraban en 21 mil 385 millones de dólares; de los cuales, un monto superior a 20 mil millones están en oro, derechos especiales de giro y otros títulos; lo cual confirma que la disponibilidad en divisas líquidas de uso inmediato están por debajo de mil millones de dólares.
-Si tomamos en cuenta que un país del tamaño de Venezuela el año pasado requirió en importaciones mensuales, sin incluir servicios y otras partidas en divisas, de unos 5 mil millones de dólares mensuales; evidentemente, es un nivel críticamente bajo. Es cierto que en la estructura de fondos del sector público en el exterior, tanto en Fonden, el mismo Bandes, el Fondo Chino y otros, tienen disponibilidades de divisas; pero también es cierto que esas disponibilidades están financiando proyectos en ejecución; muchos de los cuales están paralizados por la misma razón: falta de recursos.
-También están financiando las importaciones públicas desde esos fondos e, incluso, el servicio de la deuda pública nacional; de modo que, aunque no estén centralizadas en el BCV todas las divisas del sector público, como debería ser, sabemos que hay una situación crítica, que se puede definir como una crisis de balanza de pagos; que es lo que los venezolanos vemos que se ha traducido como una crisis cambiaria; porque vemos, rápidamente, depreciar el bolívar en el mercado paralelo y vemos una escasez de dólares al tipo de cambio oficial.
Fuente: NoticieroDigital.com / DolarToday