Desmond Tutu, premio nobel de la paz (1984), arzobispo anglicano y líder del movimiento antiapartheid en Sudáfrica, escribió recientemente un artículo en el cual pide la liberación de los presos de conciencia en Venezuela y llama a la comunidad internacional, a no usar el principio de no injerencia para desconocer lo que cataloga de sombría situación de los derechos humanos en este país.
“Creo en la Iglesia y creo en la misericordia y la compasión. No es demasiado tarde para que Maduro cambie de rumbo», aseguró Tutu.
WEn 2016, la Iglesia Católica celebrará el Año Santo de Misericordia, que, según el Vaticano, “sirve como una invitación a seguir el ejemplo misericordioso del Padre que nos pide que no juzguemos o condenemos sino perdonemos y demos amor y el perdón sin medida”. Con el apoyo del Papa Francisco, rezo para que Nicolás Maduro honre temprano esa invitación y libere a los presos políticos de Venezuela”, afirma el religioso, premio nobel de la paz (1984) en un artículo publicado el jueves 11 de junio en el diario El País, de España.
“Ante el colapso potencial de un país al que llaman ”hermano”, los líderes de Latinoamérica han respondido con silencio. En lugar de defender los derechos humanos universales, se han escudado detrás de la excusa de la no-injerencia… Sin duda entiendo el trauma del colonialismo, pero sin la participación de la comunidad internacional, el derramamiento de sangre en Sudáfrica hubiera sido mucho mayor“, asegura.
Tutu hace otras aseveraciones y compara a Leopoldo López y Daniel Ceballos a Gandhi y Luther King. “Al igual que ellos, están pagando un precio muy alto en su búsqueda incesante de justicia”.
El texto abunda sobre los derechos humanos, la situación venezolana y plantea que el movimiento de López y Ceballos se inscribe en la No violencia, doctrina de Gandhi y Luther King.
El arzobispo va más allá, así escribe: «Que un gobierno actúe de esta manera contra sus propios ciudadanos, cuando están ejerciendo sus derechos fundamentales de libertad de expresión y asamblea, es atroz. Pero el silencio ensordecedor y la inacción de los vecinos de Venezuela le han dado a Maduro una licencia para actuar con impunidad”
Agrega: La respuesta para abordar la situación grave de los derechos humanos de hoy en Venezuela no es proteger a los líderes que toman ventaja de las sensibilidades postcoloniales y de la historia para mantenerse en el poder; Latinoamérica y la Unión Europea deben superar la retórica y tomar medidas concretas.
Con información de Efecto Cocuyo.