Consulado de Irlanda en Venezuela trabaja hasta el 31 de marzo, cierra sus puertas al público luego de que el Cónsul, James Otis Rodner, renunciara. Estudiante venezolano en Dublín dice: «El que se viene para acá es a guerrear«
Hasta este viernes recibieron cartas de tramitación que llevaron jóvenes con la esperanza de estudiar en ese país. El último del mes entregará las solicitudes que quedan, reseña El Mundo.
El Consulado de Irlanda en Venezuela cierra sus puertas al público este 31 de marzo, luego de que el Cónsul, James Otis Rodner, renunciara. Una fuente diplomática extraoficial informó que Rodner había anunciado la decisión en diciembre de 2013, tras pasar dos años y medio gestionando credenciales en la Cancillería para que se le reconociera como representante del país europeo.
“No se le reconoció en todo este tiempo en la Cancillería venezolana como representante de Irlanda y lo mismo pasa en varios consulados de otros países. Por eso se tomó la decisión de cerrar”, indicó la fuente que prefirió no identificarse.
A las 11 de la mañana de este viernes, jóvenes esperaban, uno detrás de otro, para ingresar al Consulado tras correrse el rumor de que recibirían cartas solo hasta hoy. “Preocupa la situación porque además de saber que Cadivi está restringiendo las remesas estudiantiles, ahora no tendremos a quién acudir aquí en caso de dudas y apoyo”, dijo uno de los estudiantes en la cola. Él solo quería tener información sobre posibles cursos o institutos para aprender inglés, pero otros indicaron estar desesperados porque tienen pasaje e inscripción lista, más no cuentan con la manutención de Cadivi.
“Pasé tres años ahorrando y prácticamente todo lo he tenido que invertir en dólar paralelo, pues sé que Cadivi está paralizando muchas solicitudes. Como sea me tengo que ir del país. Aquí no hay futuro”, dijo Eduard Fernández, que vino de Cumaná a realizar los trámites.
Voceros del consulado señalaron que hay situaciones de corrupción con las gestiones de estudios en Irlanda, pero que escapan de sus manos. Indicaron que han recibido información de gestores que falsificaron cuatro sellos del organismo y que institutos se prestan para asegurar que la persona viajará a estudiar, cuando no es así.
“Hay mucha corrupción, por eso suponemos que Cadivi está más estricto, pero la parte honesta que quiere ir a estudiar de verdad, es la que está sufriendo las consecuencias”, dijo el vocero que explicó que mucha gente en sectores populares iba a realizar trámites al consulado durante los meses de diciembre y enero. El 13 de enero, más de 350 personas se quedaron fuera de la sede ubicada en El Rosal, esperando ser atendidos.
Se las ven negras
Los estudiantes a quienes les fue aprobada la remesa durante los primeros meses, han tenido un panorama oscuro tras no seguir recibiendo la manutención ni una respuesta de Cadivi. De acuerdo a información de uno de los venezolanos en Dublín, que prefirió no identificarse, han tenido que vender ropa, zapatos y recurrir a organizaciones religiosas que les den comida y algo de ayuda.
“Los voceros venezolanos pasan correos a los que estamos aquí para decirnos que en tal plaza reparten almuerzos gratis. Otros han ofrecido sus muebles para los que están sin techo y necesitan un lugar donde dormir. El que se viene para acá es a guerrear”, contó el joven que salió del país el 19 de febrero y en menos de un mes se ha enfermado dos veces por el cambio de clima.
Relata que enfermarse allá es todo un lujo, porque una consulta sencilla en un hospital de Dublín puede costar entre 50 y 100 euros, sin mencionar los medicamentos.
En cuanto al trabajo, el estudiante indicó que se puede conseguir oficio de mesonero, encargado de la limpieza, entre otros, sin embargo, no es tan sencillo pues la demanda cada vez es mayor y jóvenes que llegan sin saber el idioma no son aceptados.
Señaló que se ven casos de corrupción como “personas que dicen que se encargan de pagarte el curso, de darte la comida, pero ellos se quedan con la manutención y luego se van dejando al estudiante en el aire. Otros ofrecen precios excesivos en los cursos y resulta que cuesta menos pero ellos se quedan con la mayor parte”.
Jóvenes aún en Venezuela, esperan que Cadivi de una pronta respuesta sobre el caso para saber a qué atenerse y no perder el pasaje o desperdiciar su plan de vida.