Choi Soon-hwa, 80 años, compite en el concurso Miss Universo de Corea del Sur. Sorprendentemente, logró un lugar en la final del certamen gracias a su obsesión por la belleza, las cirugías plásticas y los cosméticos.
Choi nació en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, y soportó las penurias de la Guerra de Corea. Cuando esperaba su jubilación como enfermera se produjo un nuevo desastre que la dejó sin nada, sin hogar. Pese a sus experiencias, se mantiene optimista.
“Nací y crecí en una época muy difícil, y todavía tengo la capacidad de luchar, de sobrevivir a mis propias batallas. Pero la generación joven no tiene ni idea (…) Cuando digo algo como ‘Hazte responsable de ti mismo’, la reacción es: ‘Oh, te estás volviendo un viejo cascarrabias, eso suena cursi’”, dijo.
La anciana vive en la ciudad portuaria de Seúl, donde ha trabajado como enfermera y pastora cristiana. Se divorció a los 40 años y tiene dos hijos y tres nietos.
Explicó que en una oportunidad le prestó mucho dinero a una persona que resultó ser un estafador y la dejó hundida en las deudas, a tal punto que perdió su casa. Además, su hija se vio envuelta en problemas y también perdió su casa.
“Día y noche, mis propios hijos me echaban la culpa porque insistían en que no les prestara tanto dinero, pero lo hice. Estaba paralizada, en silencio. No había nada que pudiera decir”.
Choi se mudó con su hijo y volvió a trabajar como enfermera independiente, trabajaba los siete días de la semana.
«Estaba muy desesperada, era totalmente responsable de la miseria de mis hijos. Lo único que podía hacer era ganar dinero y pagar mis deudas», recalcó.
Recordó que la recomendación de convertirse en modelo surgió en 2014 durante una conversación con el pastor evangelista cristiano Shin Young-ja.
“Acostada, mirándome, me preguntó: ‘¿Por qué no te conviertes en modelo?#8217;. Su comentario me golpeó como un rayo”, expresó.
Redacción Maduradas con información de Washington Times.
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