Luego de que más de 400 mil litros de cloruro de vinilo ardieran tras el desastre ferroviario y químico en los Estados Unidos, se formó una nube gigantesca, tipo hongo compuesta por material tóxico, en el cielo de Ohio.
Muchos ya han empezado a criticar al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. “Es el Chernobyl de Biden”, es una de las frases más en las redes sociales.
Lo cierto, es que todavía quedan muchas preguntas sin respuesta en torno a la causa de este desastre medioambiental, bautizado como ‘pequeño Chernóbil’ (en referencia al accidente nuclear ocurrido en 1986 en Ucrania), pese a las explicaciones de la administración del mandatario norteamericano.
Ni las agencias gubernamentales, ni la propia compañía propietaria del ferrocarril (Norfolk Southern) han detallado la cantidad de productos químicos liberados al aire o la que se esparció por el suelo.
Lo más dramático, es que, según lo reseñado por Ok Diario, actualmente la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) advirtió que se siguen expulsando sustancias químicas tóxicas al aire, a las aguas y al suelo. Miles de peces, entre otros animales, han muerto mientras las autoridades siguen evacuando la ciudad y las zonas cercanas.