Carlos III fue coronado como rey del Reino Unido en una solemne ceremonia que se llevó a cabo este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó la corona de San Eduardo sobre la cabeza de Carlos III, para luego gritar: «Dios salve al rey». Acto seguido, se escucharon las trompetas.
El nuevo rey estaba sentado en la silla de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido, y en medio del acto de coronación también recibió distintas insignias reales que simbolizan su responsabilidad como jefe de Estado británico hasta su muerte.
El acto de coronación del rey Carlos III contó con la asistencia de los reyes de España, Felipe y Letizia.
Luego de la coronación, el rey Carlos III saludó a la multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham, dónde estuvo acompañado por su esposa, Camila, y sus familias, aunque no estuvo presente su hijo, el príncipe Harry, quien renunció a la realeza, y su hermano, el príncipe Andrés, quien fue apartado de la familia real por su presunta vinculación en los escándalos sexuales relacionados con el empresario Jeffrey Epstein.