El Secretario Adjunto en funciones de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Michael G. Kozak, expresó este martes no sentirse sorprendido ante la negativa de entrada al país por parte de Nicolás Maduro a la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El funcionario estadounidense afirmó que con esta acción el líder del régimen dejó en evidencia que tiene mucho que ocultar.
Kozak hizo referencia al informe de 2019 de la ONU, en el se reportó que las Fuerzas de Acción Especial (FAES), creadas bajo el mandato de Maduro, ejecutaron a al menos 6.800 personas entre 2018 y 2019.
El reporte expone una descripción detallada de un sistema ilegal de opresión y asegura que el número real de muertes podría ser mucho más elevado.
“Existen motivos razonables para creer que muchas de esas muertes constituyen ejecuciones extrajudiciales perpetradas por las fuerzas de seguridad”, declararon los investigadores.
De acuerdo con el informe, cinco miembros de las fuerzas especiales fueron condenados por homicidio frustrado y otros delitos ocurridos en 2018. Sin embargo, el documento afirma que pocas víctimas han tenido acceso efectivo a la justicia y a una reparación adecuada.