La Armada venezolana liberó una serie de audios en los que se evidencia la situación que antecedió al choque entre el buque venezolano Naiguatá y el de bandera portuguesa Resolute.
Luego de una conversación rutinaria en la que la Armada venezolana preguntaba con nivel de detalle al Resolute de dónde provenía, cuántos tripulantes tenía y otros datos técnicos y marítimos, la situación se empezó a poner tensa.
El Resolute indicaba que había culminado unas labores de limpieza y que ya se retiraría del sitio que ocupaba para dirigirse hasta Curazao, como era inicialmente su ruta. Pero d desde el Naiguatá, la Armada venezolana le comentaba: «Negativo, tendrán que acompañarnos para Pampatar». En el buque con bandera portuguesa preguntaban cuál era el motivo de esa decisión Y desde el venezolano le respondieron: «Permanecer en aguas juridisccionales sin autorización».
«Pedimos disculpas, pero estamos en ruta para Curazao, no sabíamos que estábamos en agua que no podíamos, lo sabemos hasta ahora.
Pedimos disculpas y estamos en la ruta en este momento, gracias», indicaban desde el Resolute. El Naiguatá se mantenía en su postura: «Negativo, el paso inocente es sin interrupción y para detenerse tienen que tener autorización del país».
Desde el buque portugués insistían en disculparse y afirmaban que ya estaban en ruta hacia Curazao. Allí vino la amenaza del Naiguatá.
«Resolute, en estos momentos, necesitamos que nos cooperen. En caso contrario, procederemos a hacer uso progresivo de nuestras armas de acuerdo a las normativas internacionales establecidas. Requiero que detengan sus máquinas», decía el oficial que establecía la comunicación.
En ese instante, desde el Resolute el interlocutor respondía en tono nervioso:
«Dame un momento, estamos en pánico acá, estamos acordando con mi capitán, no queremos ningún problema».
La última frase del audio, que fue editado, revela que el Naiguatá reiteró su petición de que la nave portuguesa se detuviera: «Requiero que detengan sus máquinas, cambio».