El pasado viernes 20 de septiembre, Carly Gregg, la adolescente que disparó fatalmente a su madre e intentó matar a su padrastro, fue condenada a cadena perpetua, según varios informes de prensa.
De acuerdo con People, la joven de 15 años de edad recibió la sentencia, luego de que los jurados del condado de Rankin, Mississippi (Estados Unidos), la declararan culpable de todos los cargos, entre los que destacan asesinato en primer grado, intento de asesinato y manipulación de pruebas.
Gregg tenía 14 años en el momento del tiroteo del 19 de marzo, en el que los fiscales argumentaron que mató a su madre de 40 años, Ashely Smylie, con el arma de la madre dentro de la casa de la familia. Luego, la menor de edad habría preparado una emboscada para disparar y matar a su padrastro, Heath Smylie, de 39 años, cuando llegó a casa. Este último intento fue infructuoso.
A pesar de que la defensa alegó que la adolescente estaba atravesando una «crisis de salud mental» el día del tiroteo y no recordaba lo ocurrido, finalmente, la sentencia indicó que la joven era «consciente» de lo que hacía.
Según Newman, poco tiempo después, Gregg invitó a su amiga a su casa.
«¿Te da asco estar cerca de los cadáveres?«, le habría preguntado, antes de llevarla a su dormitorio, donde la madre de Gregg estaba muerta en el suelo por tres disparos.