Este martes 31 de enero, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien lanzó hace 10 meses una «guerra» contra las pandillas, presentó la cárcel «más grande de América», donde tiene previsto encerrar a unos 40.000 presuntos pandilleros.
Según reseñó AFP, la megacárcel fue construida en una zona rural aislada en un valle cercano a Tecoluca, 74 km al sureste de San Salvador. Al parecer, el mismo mandatario habría supervisado su construcción.
El recinto penitenciario abarcaría unas 166 hectáreas y tendría una decena de pabellones que ocupan 23 hectáreas, explicó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez. Además, posee sistemas de vigilancia con circuitos de video y escáner para la revisión de quienes ingresen.
Las instalaciones son llamadas, por las autoridades salvadoreñas, «Centro de Confinamiento del Terrorismo», poseen un muro perimetral de 2,1 kilómetros, que será vigilado día y noche por 600 soldados y 250 policías. En el interior la seguridad, estará a cargo de guardias de la Dirección General de Centros Penales.
«Toda persona perteneciente a una estructura terrorista es la que va a ingresar a este centro de confinamiento», dijo, en su momento, el viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna.