Los bomberos avanzan en la extinción del enorme incendio en la isla española de Tenerife tras una noche del sábado 19 de agosto al domingo que fue «mucho mejor de lo que esperábamos», según el presidente del archipiélago canario, Fernando Clavijo.
Las llamas empezaron a arder el martes en una zona montañosa en el nordeste de la isla y, después de cinco días en que quemaron 8.400 hectáreas y forzaron la evacuación de más de 12.000 personas, los bomberos ven los primeros brotes verdes.
«La noche ha ido mucho mejor de lo que esperábamos. Al final advertíamos de una situación compleja, subida de temperatura y viento. (…) Pero el contingente de bomberos hizo un trabajo intensísimo», aseguró Clavijo en una rueda de prensa el domingo por la mañana.
«Eso no quiere decir que debamos bajar la guardia, hoy (domingo) queda un día de muchísimo trabajo donde la subida de temperatura va a complicar las labores», añadió el presidente regional.
La responsable de protección civil del archipiélago, Montse Roman, dijo al grupo de televisión pública RTVE que se concentraron en la «defensa principalmente de las infraestructuras y viviendas en toda la vertiente norte del incendio».
Román precisó que «no se han llevado a cabo más evacuaciones ni más medidas de confinamiento para la población».
Según el gobierno autonómico del turístico archipiélago, más de 12.000 personas se han visto obligadas a desplazarse a causa de las llamas.
Unas 20 unidades aéreas se sumaron el domingo en la lucha contra las llamas.
«Nos arruina»
El incendio generó una gran columna de humo, elevándose muy por encima de la cima del Teide, el volcán que domina la isla.
Candelaria Bencomo Betancor, una campesina de 70 años, observaba con aflicción el avance de las llamas hacia la localidad de La Matanza de Acentejo.
«El fuego está cerca de la granja y tenemos allí el camión, el furgón, la granja, las gallinas (…) Es un negocio que va bien pero si llega el fuego, nos arruina totalmente», explicó al borde de las lágrimas a AFPTV.
«Por favor que hagan algo al respecto, porque el fuego está ahí mismo», agregó.
El incendio no solo afectó a once localidades de Tenerife, sino que los servicios de emergencias alertaron de la calidad del aire en las siete islas de las Canarias «debido al humo generado» por las llamas.
El director de los trabajos de extinción, Pedro Martínez, indicó que se trata de «un incendio de sexta generación», un término que define a los superincendios con una evolución difícil de predecir.
AFP
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