Todo un prontuario tiene el exagente israelí al que Henri Falcón le pagó 200.000 dólares para que le consiguiera apoyo en Estados Unidos durante la campaña de las desprestigiadas elecciones presidenciales de 2018.
Su nombre es Ari Ben-Menashe y, según una publicación de BBC Mundo, es excolaborador de los servicios de inteligencia israelíes, proveedor de armas al Irán de los ayatolás, representate del expresidente de Zimbabue Roberto Mugabe y forma parte de la junta militar que gobierna Sudán.
También es promotor en Estados Unidos de lo que presenta como una solución para la crisis política venezolana.
Aunque es más conocido por ser el director de la firma canadiense Dickens&Madson, dedicada al cabildeo y la búsqueda de influencia en centros de poder político.
Falcón contrató a Dickens&Madson para convencer a los gobiernos de Estados Unidos, Rusia y otros para que lo apoyaran como candidato «de compromiso» a la Presidencia de la Venezuela.
«La firma se dispone a cabildear al poder ejecutivo y/o al legislativo del gobierno de Estados Unidos y sus agencias en apoyo a los esfuerzos del partido político Avanzada Progresista para elegir a Henri Falcón como presidente de Venezuela«, afirma un documento presentado al Departamento de Justicia estadounidense.
Pero Ben-Menashe es un viejo conocido de la inteligencia global. En 2012 WikiLeaks publicó correos de la compañía de inteligencia estadounidense Stratfor, y el israelí está entre los mencionados.
En uno de los textos, un periodista israelí advertía al jefe de seguridad de la firma que Ben-Menashe «es un estafador», así que le consejaba mantenerse «alejado de él».
El cabildero fue arrestado en 1989 en Estados Unidos acusado de vender tres aviones de transporte a los iraníes.
Redacción Maduradas con información de BBC Mundo
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