«Ella está inconsolable, me preguntó esta mañana si las personas habían ascendido y si las vestiduras estaban en el suelo», comentó a Primer Impacto el esposo de una de las agraviadas.
Algunos de los devotos aseguran que el pastor les pidió despojarse de todas sus propiedades materiales pues, según él, esta sería la única condición para poder ser llevados por Jesús. Por esta indicación, muchos de ellos terminaron vendiendo sus casas, ropa, electrodomésticos y joyas. Se conoció también que el dinero producto de las ventas se lo transfirieron al pastor.
«Yo estaba de viaje y, cuando regreso, encuentro que ella había vendido todo, estamos en la quiebra«, narró otro señor, esposo de una de las víctimas.
La venida de Cristo no se produjo y el pastor que se comunicaba con sus fieles vía redes sociales (con algunos de los creyentes nunca tuvo contacto real) se esfumó.
Durante la noche del 27 de enero y la madrugada del 28 de enero, debido a la preocupación de la comunidad sobre el bienestar emocional y de salud de estas personas, miembros de la Policía Nacional y Personería Municipal hicieron presencia en la iglesia y trasladaron a los menores que habían ayunado durante días.
Redacción Maduradas con información de Revista Semana
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