Una bebé estuvo al borde de la muerte luego de que se tragara un cortauñas de cinco centímetros y este quedara atorado en su garganta.
Los padres de la menor explicaron a los médicos que la pequeña estaba jugando con el cortauñas y que no pensaron que podía metérselo en la boca o tragarlo, pero lo había hecho.
Por este motivo los doctores le hicieron una radiografía a la bebé que mostró que el cortauñas estaba alojado en su garganta.
La bebé fue sometida a una operación para poder extraer el objeto de su garganta, afortunadamente la intervención culminó con éxito.
Los médicos consideraron que los padres actuaron de manera oportuna porque si no la hubiesen llevado a un hospital a tiempo, las consecuencias pudieron ser fatales.