Después de la extradición del empresario colombiano Alex Saab a Estados Unidos, la comisión de fiscalización de la Asamblea Nacional de Ecuador informó sobre el comienzo de investigaciones vinculadas a negocios del presunto testaferro de Nicolás Maduro que relacionarían a miembros del entonces gobierno de Rafael Correa y la exsenadora Piedad Córdoba.
El diputado que encabeza la comisión, Fernando Villavicencio, señaló un correo electrónico en el que Córdoba se comunicaba con las autoridades del Servicio Bolivariana de Inteligencia Nacional (Sebin), en el cual indicaba que no se encontraban pagando a tiempo a los socios y que supuestamente serían los colombianos empresarios Saab y Álvaro Pulido.
“Compatriota, me da mucha pena molestar, pero se me está convirtiendo en un grave problema lo de los empresarios que te enviamos los listados. El ministro de comercio de Colombia le ha informado uno por uno a quién le van a pagar y nada”, cita el correo presentado por Villavicencio.
El texto prosigue: “Me preguntan por qué le están pagando primero a los que están en contra del proceso y hasta apoyan a los paracos (…) Me dicen que mañana están a punto de salir 230 millones de otras empresas, por favor, ayúdeme, ¿qué hago, le mando una carta al presidente, voy personalmente?, hago lo que sea necesario, pero esto es de vida o muerte”.
El periodista Gerardo Reyes señala en su libro “Alex Saab: la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro”, que Córdoba era la persona que ponía sus influencias en Venezuela y Saab usaba pare del dinero obtenido de presuntos negocios con el régimen de Maduro para pagarle a la exsenadora.
En esa investigación parlamentaria también se analizará una serie de datos que señalarían el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, fundado por el gobierno de Correa, se habría empleado para desviar $2.000 millones por medio de la empresa Fondo Global de Construcción, que sería manejada por Pulido.