Allí, en su primera parada internacional, comenzaron a trabajar para costear los gastos del viaje. Cuidaron niños, se desempeñaron como mesoneros, pero también en oficinas, como en sus trabajos en Venezuela, donde Rengifo ejercía como diseñadora gráfica y Miquilena como ingeniero civil.
En Brasil recorrieron el Amazonas: 500 kilómetros de tierra rodeados de hermosos paisajes. En el trayecto decidieron desviarse de la ruta inicial y llegaron a Río de Janeiro, lugar que muchas personas desaconsejaron visitar por lo peligroso.
“Ir a Río de Janeiro fue una decisión que tomamos en Brasil y de la que no nos arrepentimos: fue espectacular, bellísimo. Fuimos al Cristo Redentor el 25 de diciembre y nos quedamos en dos favelas”, contó Rengifo.
La simpatía de los habitantes de Brasil y Paraguay, segundo país que visitan, es una de las recompensas de la travesía que guardarán en su memoria.
“Siempre nos preguntan por Venezuela. Estuvimos en una colonia japonesa en Paraguay y la gente fue empática con lo que está pasando en nuestro país”, destacó Rengifo.
El viaje les ha enseñado a superar los problemas, a luchar por sus sueños y a dejar un “poquito de sí mismo, de tu hogar y de lo que eres” en cada lugar que visitan.
En Paraguay han estado más de un año, pero no era algo que tenían planeado. Un familiar enfermó de cáncer y destinaron el dinero que habían ahorrado al tratamiento de la enfermedad.
“El año pasado teníamos todo listo para seguir y un pariente enfermó. Decidimos aportar para su tratamiento y trabajar un poco más para ahorrar y continuar el viaje”, destacó Rengifo.
La pareja se mantiene en constante comunicación con sus familiares, exceptuando las veces que se encuentran en lugares donde la señal telefónica no les favorece.
Los familiares cercanos, que pensaban que la travesía era una locura, ahora forman parte de la aventura y los apoyan, a pesar de que algunos piensan que deberían establecerse en un país de manera definitiva.
“Por ahora queremos cumplir nuestro sueño y viajar. Ya llegará el momento de estar más quietos”, afirmó la mujer.
Su próxima parada es Uruguay, país al que pretenden dirigirse en diciembre o enero de 2020. Ahí se prepararán de manera definitiva para emprender la ruta final.
Redacción Maduradas con información de El Diario de Caracas.
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