Un autobús cayó a un abismo el sábado 22 de julio en el noreste de Colombia dejando 10 muertos y una treintena de heridos entre los pasajeros, que en su mayoría eran migrantes venezolanos que pretendían llegar a Estados Unidos, informaron autoridades.
La cifra de heridos se elevó de 25 a 31, de acuerdo con la empresa propietaria del vehículo que emitió un listado con los nombres de los viajeros afectados.
El coronel del Ejército Luis Jesús León declaró a la prensa que «el 90% de los ocupantes del bus son de nacionalidad venezolana, que se estaban transportando a la costa norte en dirección a la ciudad de Cartagena».
De acuerdo con la policía, entre los fallecidos hay seis hombres y tres mujeres. Dos de los muertos son menores de edad.
«Fue un momento terrible», comentó a periodistas Yilber Lugo, uno de los sobrevivientes que al lograr salir del bus sintió la sangre rodando por su rostro debido a un corte. También resultó herido en una pierna.