Iris Varela, ministra para Servicios Penitenciarios, se mostró sorprendida por las denuncias acerca de la existencia de discotecas en las cárceles venezolanas. «No sé cuál es el escándalo con las discotecas en las cárceles, si siempre han existido, desde antes de la revolución», denunció.
Sin embargo, Varela reconoció que «es una perversión y lo que ha hecho la gestión del Gobierno revolucionario es acabar con esas discotecas, cerrarlas y a las pruebas me remito. Quien lo quiere ver que lo vea y si no que siga engañado».
Recordó los informes levantados en las actuaciones que ha encabezado en intervenciones como las del Internado Judicial de La Planta, «un antro de donde era imposible que alguien saliera regenerado, había discotecas, minitecas, piscinas, de todo. Lo mismo en el de Coro. El Internado Judicial de Los Teques que lo acabamos de desalojar completamente el día 13 de enero, dándole esa buena noticia al pueblo mirandino y cumpliendo las instrucciones del Presidente Nicolás Maduro porque nos pidió resultados concretos el 8 de enero».
La ministra señaló que está «contenta por un esfuerzo que no es solo mío, sino de un trabajo mancomunado de hombres y mujeres, del Servicio Penitenciario y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)».
Hizo estas declaraciones desde el Centro de Procesados Judiciales Puente Ayala, donde estarán recluidos 500 hombres en calidad de procesados y 100 mujeres, que será inaugurado este año.
Explicó que el centro penitenciario tiene una capacidad instalada para 324 internos en tres torres de reclusión, con celdas triples, cada torre puede albergar a 108 reclusos, tiene canchas internas, edificio administrativo, educativo, de enfermería, una cuadra de custodios y un campo de softball.
Reveló que en los espacios recuperados había una población de internos que era «imposible de controlar, pero venimos haciendo un trabajo muy sincero y de mucho diálogo con la población de privados de libertad a riesgo de malas interpretaciones. No nos importan porque sabemos lo que estamos haciendo».
Aseguró que su mayor interés es recuperar los espacios y «ofrecer condiciones de dignidad para las personas que incurren en el delito. Hay que ofrecerles una alternativa para que transformen su vida. La revolución no tiene complejos en ello. Preferimos mil veces transformar a una persona que ha incurrido en el delito, a dejarlo abandonado a su suerte para que cuando salga de cumplir la condena vuelva a salir peor de cuando entró a estos recintos. Nuestras ideas son de transformación real y de conciencia, hacia la transformación de los valores nuevos».
Añadió que el mejor homenaje que se le puede hacer al pueblo es «generar espacios, donde se combata a la criminalidad violenta que azota al país y todos por igual, independientemente de su inclinación política».
Con información de: El Universal.