El Instituto de Hematología y Oncología de la Universidad Central de Venezuela dejó de ofrecer atención especializada a pacientes con cáncer desde el 16 de julio de 2014, además de ese, se le suma el cese de funciones de al menos 15 especialidades quirúrgicas en el Hospital Universitario de Caracas.
Ahora también se le agrega el colapso de más de 10 servicios quirúrgicos del Hospital J.M. de Los Ríos, que vive una “grave e insostenible situación”, según denunciaron médicos en un comunicado, así lo publica el diario El Universal.
Especialistas aseguran que se trata de una coyuntura sin precedentes ocasionada por la escasez del insumos y material médico-quirúrgico, de la cual no escapan centros como el Miguel Pérez Carreño, adscrito al Instituto Venezolano de Los Seguros Sociales, que eliminó los inventario de piso, con la intención de centralizar la administración de insumos, de acuerdo con un memorándum interno publicado el 24 de febrero y firmado por el director del Hospital, Ángel Borrero.
A propósito de la coyuntura, que también mantiene en cierre técnico a los cuatro quirófanos funcionales del Hospital Simón Bolívar, del complejo El Algodonal, el exministro de Sanidad Rafael Orihuela expone que los cierres técnicos aumentan el tiempo de reclusión de los pacientes, con lo cual una persona con una patología cardíaca podría pasar hasta 30 días hospitalizadas, en caso de no recibir atención inmediata.
Orihuela asegura que ello además genera un impacto muy grande en el presupuesto de la nación, aumentando además la morbilidad en pacientes con cáncer y enfermedades crónicas. “Lo más grave es que fallecen por no tener el acceso a los recursos (…) estamos en un punto muy crítico, de inasistencia cercano a un colapso global”, sostiene y comenta que de 46 mil camas que habían en la red sanitaria del país, en el año 94, actualmente solo hay 21 mil.
María González, acudió ayer al J.M., desde el estado Guárico, para recluir a su bebé quién presenta un absceso en el cerebro, aun sabiendo la situación del centro. “Requiere una tomografía y el hospital no está en capacidad de practicársela, pero confío en que lo atenderán”.
Belén Arteaga, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital de Niños, precisa que prácticamente todos las áreas dependen del Departamento de Cirugía. “Para nosotros la asistencia quirúrgica es importante porque nos permite colocar los accesos vasculares a los niños que requieren hemodiálisis”, destaca. Arteaga señala que al servicio de diálisis acuden 23 infantes, varios días por semana, cuyos catéteres deben cambiárseles periódicamente.
Problema de formación
Aquiles Salas, director de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la UCV, señala que la crisis no solo significa un problema de asistencia, pues advierte que también supone un problema para la formación de al menos 2.500 estudiantes de medicina, que cursan estudios de pregrado en las Escuelas Razetti y José María Vargas, en Caracas.
En torno a los cierres de los servicios quirúrgicos en los hospitales, Salas indica que la Facultad de Medicina de la UCV se muestra preocupada porque allí dictan cerca de 100 posgrados. “El hospital Universitario de Caracas es uno de los más importantes del país, por lo que estamos entrando en una crisis humanitaria”, dice.
María Yanes, presidenta de la Red de Sociedades Científicas Médicas, agrega que los pacientes más afectados son quienes tienen tumores malignos y problemas cardíacos. Yanes señala que en El Algodonal existe una lista de espera de al menos 300 personas. “Los quirófanos del hospital tienen tres semanas cerrador por supuestos trabajos de refracción”.
El exministro de Sanidad José Félix Oletta califica la situación de “gravedad extrema” e indica que lo coyuntura del Universitario es una muestra de lo que ocurre a escala nacional; donde 95% de los centros disponen entre 3 y 8% de insumos para atender a la población, según Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica.
El exministro de Sanidad Rafael Orihuela advierte que un hospital requiere de 90 días para optimizar el suministro de insumos y recuperarse totalmente de un cierre técnico.
Huníades Urbina, exdirector del J.M., detalla que de siete quirófanos inaugurados en 2012, dos estaban operativos pero ahora quedaron fuera del servicio tras dañarse el sistema de aire acondicionado. “Para ese año había una lista de 4 mil pacientes en espera, esa cantidad ha ido incrementado”, dice.