Adrián Smith, un bombero de 47 años, sufrió su peor pesadilla cuando fue llamado para atender un incendio y en el lugar del siniestro descubrió que su hija era a víctima fatal del suceso.
El cuerpo de Ella Brooke Smith, de 21 años, quien estudiaba enfermería, estaba entre los escombros de tres vehículos que habían colisionado.
Horas antes, la joven se había despedido de su padre y salió para disfrutar de un día de playa.
El bombero publicó a través de su cuenta en Facebook una fotografía suya junto a su hija y escribió: «Estamos completamente devastados por perder a nuestra amada niña. Era una hija, hermana y nieta muy amada y cariñosa. Era una chica hermosa que todos extrañaremos. Nos gustaría agradecer a todos por su apoyo en este horrible momento. Ha significado mucho para toda la familia mientras lloramos por nuestra Ella».
Ella había ido al balneario de Broadhaven, Pembrokeshire, y en la noche se disponía a regresar a su casa, para ese momento su padre estaba de turno y fue llamado para atender un accidente de tránsito.
Al llegar el padre notó que el vehículo se había volcado en una curva y luego arrollado por otros dos carros, la joven murió en el sitio y otras tres personas resultaron heridas de gravedad.
«No se puede imaginar cómo se debe sentir Adrián. La peor pesadilla de todo trabajador de emergencia es descubrir que su propio hijo es una víctima. Son una familia tan encantadora. Ella estaba tan animada con todo su futuro por delante», señaló un amigo de la familia.
Redacción Maduradas con información de Daily Mirror.
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