Malavé recordó que los imputados fueron «condenados por delitos comunes, porque cuando se produjeron los hechos el 11 de abril no estaba vigente el Estatuto de Roma. No fueron juzgados por delitos de lesa humanidad».
La exdiputada opositora Delsa Solórzano se pronunció en torno a este hecho y aseguró que el traslado de los expolicías los sitúa «lejos de sus familias y arriesgando sus vidas», por lo que instó a organismos internacionales de derechos humanos a ejercer acciones.
«Urge acción de ONU, ONU en Venezuela, UN Human Rights y la misión de Michelle Bachelet que se encuentra en Venezuela. Continuar esperando que el régimen violador de DDHH atienda las alertas, sin acción inmediata pone en peligro la vida de los privados de libertad», dijo.
A varios de los funcionarios venezolanos de la extinta Policía Metropolitana detenidos por el golpe de Estado en 2002 les fueron otorgadas medidas humanitarias por complicaciones con su salud, como fue el caso de los excomisarios Lázaro Forero y Henry Vivas.
A otros, como Iván Simonovis las autoridades venezolanas le otorgaron la medida de arresto domiciliario en 2014, pero en mayo de 2019 huyó de Venezuela.
En febrero de 2021 Arube Pérez, otro de los condenados por este caso, salió en libertad tras el cumplimiento completo de la pena impuesta de 17 años y 10 meses.
Redacción Maduradas con información de EFE
Más noticias:
¡AY, PAPÁ! Hasta 100 años de cárcel: la condena que podría enfrentar José Vielma Mora por presunta vinculación con lavado de dinero de los CLAP (+detalles)