Este lunes fueron encontrados los cadáveres de Leonardo Brant, de 37 años; el de su esposa, Amaris Martínez, y el de la hija de ambos, de apenas 6 años, dentro de su casa ubicada en el conjunto residencial Casas de Oripoto, en El Hatillo.
Aunque puertas afueras se mostraban como una familia normal y sin conflictos, en el fondo había una separación que estaba en proceso desde hacía dos años; además, Brant presentaba desequilibrio mental severo y debía mantenerse medicado. Sin embargo, durante los últimos días se le estaba complicando conseguir sus medicinas debido a la situación país.
Se supo también que la madre de Brant está recluida en un sanatorio desde que intentó incendiar su casa.
La noche del domingo varias detonaciones se escucharon en la zona y desde la caseta de vigilancia llamaron a la Policía Municipal de El Hatillo. Los funcionarios hicieron un recorrido por el lugar pero no observaron nada relevante y se retiraron.
Según lo reseñado por Caraota Digital, para el lunes en la mañana en la casa no se vio el movimiento habitual: la familia no salía a cumplir con su rutina diaria y la mujer de servicio llegó al lugar e intentó que le abrieran para iniciar su jornada, pero nadie contestó sus llamados. Por ello, alertó a la madre de Martínez y, cuando la señora ingresó, encontró la dantesca escena.
Las autoridades presumen que Brant, en medio de un ataque de celos, tomó un arma de fuego y le disparó a su hija mientras dormía. Cuando Martínez escuchó las detonaciones se encontró con el hombre y se cree que se enzarzaron en una persecución que terminó en la cocina. Luego Brant se suicidó.
De acuerdo con El Pitazo, los funcionarios policiales comunicaron que en el expediente del occiso se señalaba su padecimiento.
La doctora Karla Rangel detalló que cuando una persona tiene esquizofrenia tiene percepciones de la realidad muy diferentes y estas la llevan a sentirse asustada, ansiosa y confundida por las alucinaciones y delirios, efecto que pudo haber producido el crimen.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital. y El Pitazo
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