La Policía del Atlántico, en Colombia, ha recibido una gran cantidad de denuncias sobre casos de prostitución de menores y trabajo forzado por parte de miembros la comunidad venezolana radicada en esa zona.
Foto: Comunicas
Un ciudadano denunció, bajo anonimato, que los menores son ofrecidos por sus propios padres para que vendan dulces en los semáforos, se dediquen a trabajos forzados e incluso para prestar servicios sexuales.
De acuerdo con lo informado por el denunciante, por el día de trabajo de los niños, sus padres reciben entre 4.000 y 6.000 pesos.
El éxodo de venezolanos hacia Colombia ha sido tal que algunas zonas del municipio La Soledad están abarrotadas de chozas de palo y plástico. «El ambiente está pesado. No tenemos nada en contra de los venezolanos, pero es triste ver cómo se pierde la niñez”, lamentó un vigilante.
Trascendió también que pequeños de entre 3 y 11 años se instalan a los lados de las calles para pedir comida a los conductores que transitan por la zonas. Algunos son obligados por sus familias a ejecutar estas prácticas.
Redacción Maduradas con información de Sumarium.
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