La Organización de Estados Americanos (OEA) convocó para mañana martes una reunión extraordinaria con el objetivo de analizar la situación en Bolivia después de que Evo Morales se viera forzado a renunciar a la Presidencia en medio de las revueltas por los comicios del 20 de octubre.
La reunión del Consejo Permanente de la OEA comenzará a las 15.00 hora local (20.00 GMT) y su objetivo será considerar “la situación en Bolivia”, indicó en un comunicado el organismo.
La sesión ha sido convocada por petición de Brasil, Canadá, Colombia, EE.UU., Guatemala, Perú, República Dominicana y Venezuela, país este último que en la OEA no está representado por Nicolás Maduro, sino por delegados del líder opositor Juan Guaidó.
Está previsto que, durante la sesión, se presente el informe de la misión electoral de la OEA sobre las elecciones del 20 de octubre, en el que los expertos denunciaron irregularidades “muy graves” y destacaron una importante manipulación en el sistema informático de trasmisión y cómputo de resultados.
Morales renunció este domingo forzado por los militares después de que se publicara ese informe de la OEA, en el que se hacía una auditoría de los comicios, en los que Morales fue reelegido para un cuarto mandato.
Además, como es tradición, los Estados miembros del organismo podrán pedir la palabra al final de la sesión y ahí es cuando, con toda probabilidad, darán a conocer su opinión sobre la situación en Bolivia, que algunas naciones han calificado de “golpe de Estado”, mientras otras hablan de un vacío de poder.
Dos de los principales aliados de Morales, Nicolás Maduro, y el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, fueron los primeros en calificar este domingo de “golpe de Estado” lo ocurrido en Bolivia.
Sin embargo, este martes en la OEA no podrán hacer oír sus voces porque no cuentan con representación en el organismo.
Uruguay, México y Nicaragua, que también han repudiado el “golpe de Estado”, sí que podrán alzar su voz en el Consejo Permanente de la OEA.
Frente a ellos, posiblemente, se situará EE.UU., enemigo histórico de Morales, y cuyo presidente, Donald Trump, hoy consideró que la salida del líder indígena supone un aviso para los mandatarios de Venezuela y Nicaragua, Nicolás Maduro y Daniel Ortega, respectivamente.
“Estos acontecimientos lanzan una fuerte señal a los regímenes ilegítimos en Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la voluntad del pueblo siempre prevalecerán”, aseguró Trump en un comunicado.
La convocatoria del Consejo Permanente se produce después de que varios países, como Colombia y México, hubieran solicitado públicamente una reunión urgente del organismo.
El Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido asilo a Morales y ha criticado el “silencio” del bloque panamericano sobre lo ocurrido en Bolivia.
Casi 24 horas después de que Morales anunciase su renuncia, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, emitió su primer pronunciamiento oficial, en el que pedía la Asamblea Legislativa (Parlamento) de Bolivia que se reuniese de forma “urgente” y que “asegure el funcionamiento institucional” del país.
El término “golpe de Estado” no apareció en el comunicado de Almagro, crítico con Maduro, pero que había tendido la mano a Morales.
Redacción Maduradas con información de EFE
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