El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Rusia está dispuesta a seguir negociando con Ucrania pero no detendrá la operación hasta que no cumpla los objetivos previstos.
“Estamos dispuestos a negociar, pero continuaremos nuestra operación, porque no podemos permitir que en Ucrania exista una infraestructura que amenaza a la seguridad de Rusia. La desmilitarización será llevada a término con la eliminación de esta infraestructura y armamentos”, dijo en rueda de prensa con medios internacionales.
El jefe de la diplomacia rusa afirmó que “incluso si firmamos un acuerdo de paz, este deberá incluir obligatoriamente” el punto de la desmilitarización.
Lavrov, quien confirmó que las delegaciones negociadoras de Rusia y Ucrania se reunirán hoy, defendió la necesidad de esta operación militar al señalar que Moscú se consideraba amenazada por el avance de la OTAN al este y por la posible adhesión del país vecino a la Alianza Atlántica.
“Compréndanlo, por favor. Se trata de una decisión a la que nos obligaron, porque durante los últimos años no nos han escuchado y nos han mentido”, señaló, al constatar que Rusia no se mete en otros países “a 10.000 kilómetros a organizar las cosas a su gusto”, en referencia a las invasiones de EEUU a Irak o Afganistán.
Respecto a la operación rusa, señaló que marcha acorde al plan y sus objetivos son claros: “la desmilitarización de Ucrania desde el punto de visto de presencia allí en algún momento de armas que amenacen a Rusia”.
A ello sumó la desnazificación, “ya que nadie ha cancelado la sentencia del tribunal de Nurenberg, y sin lugar a dudas, las garantías de seguridad para Rusia que eviten el ingreso de Ucrania a la OTAN”.
Lavrov restó importancia a la resolución de condena aprobada el miércoles por la Asamblea General de la ONU por la agresión rusa contra Ucrania, aprobada este miércoles por una aplastante mayoría, al asegurar que “los colegas occidentales logran estos resultados por medio del chantaje y presiones”.
De los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, 141 respaldaron el texto, mientras que únicamente cinco votaron en contra: la propia Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.
Mientras tanto, 35 países optaron por la abstención, entre ellos China, Irán, la India o Sudáfrica, y varias naciones latinoamericanas como Cuba, Bolivia, El Salvador y Nicaragua.
La resolución, que no tiene carácter vinculante, “deplora” la agresión rusa contra Ucrania y “demanda” a Moscú que le ponga fin y retire inmediatamente y sin condiciones sus tropas del país vecino.
EFE
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