En los centros de reclusión del país existen celdas clandestinas que han cobrado auge con el aumento de los presos políticos a quienes meten en esos lugares para someterlos a torturas, reseña un trabajo de la ABC.
Los familiares del exministro de Defensa Raúl Baduel denunciaron que al general lo habían «desaparecido» o «secuestrado» posiblemente en Fuerte Tiuna, en un calabozo clandestino de máxima seguridad del que no se tiene confirmación oficial.
Por esta misma experiencia han pasado detenidos como los diputados de la Asamblea Nacional (AN) Juan Requesens, Gilber Caro o Édgar Zambrano.
El exministro Baduel, de 63 años, lleva 10 años preso sin justificación por ser crítico de su propio compadre, Hugo Chávez, a quien rescató de la denominada intentona golpista de 2002.
Durante su presidio estuvo primero en la cárcel militar de Ramo Verde, luego en su casa por cárcel, después pasó a la Tumba en la sede del Sebin y desde hace dos días se desconoce su paradero.
Su hija Andreína Baduel dijo a ABC que a su padre lo trasladaron de La Tumba a un sitio desconocido y «ninguno de sus carceleros asume dónde se encuentra ahora. Unos lo niegan y otros confirman que ya no se encuentra en el Sebin. Esto es una desaparición forzada y un secuestro».
Por su parte, Adolfo Baduel afirma que su padre está en el Fuerte Tiuna en una celda de máxima seguridad.
Al respecto, Andreína, indicó: «Durante mes y medio tuvieron incomunicado a mi padre y apenas lo pudimos ver la semana pasada. Lo vimos fuerte moralmente pero muy deteriorado físicamente… ví a mi padre blanco y pálido«.
La existencia de celdas clandestinas para torturar a opositores ha sido denunciado por la abogada y defensora de derechos humanos Tamara Sujú.
Varios de los centros clandestinos de tortura son casas residenciales confiscadas al narcotráfico y otorgadas al DGCIM por el Ministro de Relaciones Interiores, Nestor Reverol, ha señalado Sujú sobre esto.
Esos centros se suman a la sede de la Dgcim en Boleíta: «Militares han sido colgados, golpeados, atados de pies y manos, encapuchados por días, tirados en el piso sin darles agua y comida«.
Redacción Maduradas con información de ABC.