General Motors Co anunció este miércoles el cese inmediato de sus operaciones en Venezuela luego que las autoridades confiscaran ilegalmente su planta en el centro industrial de Valencia. La empresa trasnacional prometió “tomar todas las acciones legales” para defender sus derechos.
La medida se produce en medio de una crisis económica cada vez más profunda en Venezuela que ya ha afectado a muchas firmas estadounidenses.
“Ayer, la planta de GMV fue inesperadamente tomada por las autoridades públicas, evitando las operaciones normales. Además, otros activos de la compañía, como vehículos, han sido retirados ilegalmente de sus instalaciones”, dijo la filial de GM General Motors Venezolana (GMV) en un comunicado enviado por correo electrónico.
La compañía dijo que la incautación causará un daño irreparable a la empresa, sus 2.678 trabajadores, sus 79 concesionarios y proveedores. El Ministerio de Información de Venezuela no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La industria automotriz venezolana sufre por la falta de materias primas debido a unos complejos controles monetarios y una producción local estancada, y muchas plantas apenas pueden manufacturar.
A principios de 2015, Ford Motor Co canceló su inversión en Venezuela cuando sufrió una amortización antes de impuestos de 800 millones de dólares.
Información de Reuters.