Diego Salazar, primo del expresidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, se ganó su puesto en la lista de corruptos del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En el año 2012 las cuentas de Salazar, con un total de 200 millones de dólares, fueron congeladas y su dinero fue retenido en una cuenta de Banca Privada de Andorra, que no solo le impedía sacar el dinero sino que las compañías chinas contratistas del gobierno no podían depositarle.
Los abogados de Salazar justificaron el origen de los fondos argumentando que eran “fruto de varios acuerdos de cooperación entre China y Venezuela”, y que su cliente «trabaja para empresas chinas en Venezuela, de manera que el dinero proviene de empresas chinas y no del Gobierno venezolano”.
Sin embargo, según el portal Cuentas Claras, las investigaciones de autoridades de Andorra, España y Estados Unidos señalan que las empresas Chinas con contratos eléctricos en Venezuela realizaron decenas de transferencias por cientos de millones de dólares a cuentas de empresas de maletín de Diego Salazar Carreño.
Los resultados de las investigaciones señalan que hubo sobreprecio en dichos contratos, llegando a triplicarse los costos internacionales.
Al final, el dinero que cobró Diego Salazar, y que repartió en parte con los directivos de Pdvsa y del Fondo Chino, provenía de las arcas públicas de Venezuela.
Con información de El Pitazo
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