Un grupo de presuntos colectivos se trasladaron hacia la zona residencial del 23 de Enero, al oeste de Caracas, como supuesta forma de intimidación a los habitantes para que no salieran a protestar este martes 30 de abril.
Un vecino divulgó un mensaje que habrían vociferado en altavoz, los miembros del grupo irregular, donde alertaban que no iban a tolerar cualquier tipo de manifestación en contra del régimen de Nicolás Maduro.
“Aquí no nos la vamos a calar. Quienes toquen cacerola, pagarán las consecuencias”, advierte uno de los colectivos.