Rossana Barrera, una de las enviadas de Juan Guaidó a Cúcuta que está siendo investigada por supuesto desvío de fondos de los recursos para atender a los militares disidentes del régimen de Maduro, declaró a Blu Radio que su familia habría sido objeto de amenazas tras las denuncias.
En la entrevista, se defendió de quienes la señalan como responsable de malversar fondos y aseguró que «en ningún momento se hicieron gastos innecesarios».
«Trabajar desde las 6 de la mañana hasta las 12 de la noche no es una vida de lujos. Que nos estuviésemos quedando en el Hotel Hampton fue una recomendación de seguridad, precisamente porque desde antes del paso de la ayuda humanitaria se han empezado a recibir amenazas que no han parado. Precisamente, en estos días he recibido amenazas contra mi familia. Pero aquí seguimos, comprometidos, y en ningún momento se han hecho gastos innecesarios, para nada», sostivo al medio colombiano.