El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, pidió a la Unión Europea (UE) imponer nuevas sanciones al régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y consideró que las reticencias europeas a adoptar esas medidas “no han ayudado” a las negociaciones auspiciadas por Noruega.
“Esperamos que la UE hará rápido aquello sobre lo que ha estado hablando, que es imponer sanciones personales adicionales”, declaró este lunes 9 de septiembre el diplomático estadounidense durante una conferencia organizada por el centro de estudios German Marshall Fund en Bruselas, donde se reúne con funcionarios comunitarios.
El político se mostró esperanzado en que de ese modo “el impacto psicológico, político y personal” sobre el régimen contribuya a “un regreso pacífico y negociado a la democracia y la prosperidad” en Venezuela.
Hasta ahora, la UE ha sancionado a 18 personas que considera que han incumplido los principios democráticos y el Estado de derecho y que son responsables de “graves violaciones de los derechos humanos”, pero se resiste a ampliar esa lista.
Sin embargo, Abrams apuntó que el rechazo de los Veintiocho a aprobar medidas punitivas adicionales es “un error de cálculo”.
Agregó que la UE afirma que no impondrá nuevas sanciones mientras perduren las negociaciones auspiciadas por Noruega, pero que si fracasan sí lo hará.
“¿Por qué no imponerlas ahora con la esperanza de que esa presión adicional empuje al régimen hacia un compromiso?”, se preguntó, e insistió en que las reticencias del club comunitario “no han sido de ayuda” en la negociación.
De hecho, subrayó que desde su perspectiva, nuevas sanciones “hacen más probable” el éxito en las conversaciones.
Abrams aseguró que un número de personas vinculadas al régimen de Maduro superior a los dieciocho individuos ya castigados por la UE “están usando Europa como una especie de complejo turístico”.
“Envían a sus familias aquí, sus esposas, sus amantes, sus hijos, sus cuentas bancarias están aquí… Tenemos informaciones reiteradas sobre las mansiones que compran, las salidas a discotecas de sus hijos adolescentes. Eso no debería estar pasando”, comentó.
Redacción Maduradas con información de EFE
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