La desesperación de un grupo de madres por obtener dos latas de leche para recién nacidos, las llevó a intentar derribar un portón para poder ingresar a una sede de Locatel en el estado Táchira. Las mujeres aguardaban desde la madrugada y debieron irse con las manos vacías luego que funcionarios de la Guardia Nacional controlaran la situación.
A pesar de la presencia del grupo anti motín de la GNB en la zona lo ánimos permanecían encendidos y entre gritos la gente exigía la presencia del personal de Locatel para constatar si en realidad la formula láctea existía o no en los depósitos.
“Nos queremos ir si no nos van a vender nada. Tenemos hambre y los niños también, pero que salga alguien y nos diga algo”, vociferaba una mujer del grupo que trancó la circulación en la avenida Rotaria de La Concordia, por espacio de varias horas.
En el lugar muchas mujeres con lactantes lloraban, tenían hambre y recibían el alimento de los pechos de sus madres en plena vía, también varios hombres que dijeron ser padres de bebés aguardaban en el lugar.
“¿Qué hacemos si no encontramos la comida de nuestros niños en ningún lado? ¿No podemos dejarlos morir de hambre?…del hambre que nosotros tenemos porque tampoco se consigue comida en los supermercados”, dijo con sudor y llanto en el rostro Beatríz Jaimes, mientras cubría del sol a su pequeña hija con una toalla.
Entrada la tarde un grupo de manifestantes se acercó al portón del establecimiento que estaba resguardado por un piquete de la Guardia Nacional e intentaron ingresar, pero los uniformados frenaron a los enardecidos ciudadanos con detonaciones de un arma de fuego.
Al escuchar la detonación el pánico se apoderó de los presentes que de inmediato se dispersaron, pero sólo por un momento. Volvieron a reunirse a pocos metros y continuaban exigiendo respuesta o que les vendieran la fórmula láctea, por la que esperaban desde la madrugada del jueves.
Andrea Gómez, con su bebé recién nacido en brazos, dijo tener más de seis horas esperando que le vendieran un pote de fórmula láctea: “Aquí llegó la Guardia y dijeron no hay más leche, otros dicen que si hay. Llegó la policía, y no la dejaron entrar. Quería pasar para informarnos a nosotros si había o no leche, para saber si nos quedábamos o nos íbamos… le dijeron que pasaban si traían un Fiscal del Ministerio Público”, a pesar de esa exigencia otro cuerpo de seguridad había ingresado al establecimiento sin ninguna orden de Fiscalía, explicó.
Las horas pasaban y los manifestantes insistían en que en el local comercial si había leche, inclusive algunos de los presentes aseguraron haber visto a funcionarios de seguridad que salieron con su respectiva bolsa con el producto.
Smith Caicedo quien pretendía comprar la fórmula para su hija recién nacida, aseguraba que dentro del local había leche. “Allá hay leche porque llegó una gandola. Sí llegó porque la gente vino desde ayer para hacer cola. Que nos vendan un pote, estaban vendiendo de a dos, pero aunque sea con un pote me conformo”.
Cayendo la tarde y en busca de retornar a la calma, arribó el comandante Chirinos (GN) y en acción conjunta con personal de la casa comercial invitaron a cinco madres de las que permanecían en la cola para constatar que el producto no se encontraba ni en anaqueles, ni en depósitos.
La pregunta que todos se hacían era: “¿Por qué no realizaron esa inspección y nos invitaron antes de que iniciáramos la protesta y se llegara tan lejos?”.
En la tarde las adyacencias del comercio fueron quedando solas y a la vista de los transeúntes las evidencias del intento de motín y parte de la garita de seguridad con vidrios quebrados.
Con información de El Estímulo