Los miles de migrantes que intentan llegar de manera ilegal a los Estados Unidos atravesando el peligroso tapón del Darién, deben trasladarse en una lancha desde Necoclí en Colombia y llegar a Capurganá en Panamá, y así poder pasar las trochas internándose selva adentro durante varios días.
Capturas de video / Todo Noticias
La periodista Carolina Amoroso del canal de televisión por suscripción argentino Todo Noticias, documentó la travesía que emprenden migrantes de todo el mundo, incluidos cientos de venezolanos que huyen del socialismo instaurado por el régimen los últimos años que generó una grave crisis económica y social en Venezuela.
«Este es el portal del llamado Tapón de Darién, aquí llegan cientos de migrantes de todas partes del mundo, pero principalmente de nuestra América Latina buscando cruzar una selva enmarañada, peligrosa e impenetrable. El tapón es el único punto donde se interrumpe la ruta panamericana», dijo.
Antes de iniciar la difícil travesía los migrantes que llegan a Capurganá, entre ellos muchas mujeres y niños, rezan y piden para poder llegar a la meta y atravesar la selva durante varios días durmiendo a la intemperie sin ningún tipo de cuidado médico; exponiéndose a animales salvajes, falta de alimentos y bebidas o como en muchos casos lesionarse a mitad del camino y ser abandonados por su grupo a su suerte.
Una migrante relato que tardó dos semanas en llegar a Capurganá junto con sus esposo y sus cuatro hijos de entre 11 y 21 años, los encargados de organizar a los migrantes les solicitan a los padres que eviten que sus hijos lloren mucho dentro de la selva para evitar llamar la atención de animales salvajes.
“Algunos chicos lucen camisetas de superhéroes cuando arrancan la travesía, quizás no sepan la hostilidad con la que se van a encontrar. En su ingenuidad si logran sobrevivir se convertirán en verdaderos superhéroes”, relató Amoroso.
Una pareja con dos hijos de tres años espera poder atravesar el Darién completo entre ocho y 10 días y poder cumplir su sueños de llegar a los Estados Unidos, la madre rompe en llanto ante la incertidumbre de saber si podrán lograrlo juntos y conseguir un futuro mejor.
“En el nombre de Dios”, dijo la madre en llanto.
Redacción Maduradas
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