El mandatario de Argentina, Javier Milei, ha decidido no nombrar embajadores en los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Este cambio en la política exterior de Argentina tendrá un impacto significativo en las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde el gobierno anterior, liderado por Alberto Fernández, se alineaba con los líderes autoritarios de esos países.
Este cambio en la política exterior también afectará las relaciones con Brasil, Colombia y México. Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador tienen vínculos estrechos con estos regímenes, una postura que Alberto Fernández también adoptó.
Milei tiene una visión ideológica muy diferente a la de su predecesor. Apoya a la oposición en Venezuela, votará en contra de Nicaragua en la OEA y repudiará a Cuba en los organismos internacionales de derechos humanos. La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, ya ha recibido estas directrices.
Mondino está en proceso de seleccionar a los embajadores que representarán a Argentina en todo el mundo. A diferencia de la administración anterior, no habrá diplomáticos en La Habana, Managua y Caracas. Solo se mantendrá la representación formal actual en esas naciones, al igual que con Irán.
Alberto Fernández había nombrado a Luis Alfredo Ilarregui (Cuba), Daniel Capitanich (Nicaragua) y Oscar Laborde (Venezuela) como embajadores, quienes se destacaron por su silencio o por su polémico protagonismo en escenarios geopolíticas complejas.
La defensa de estos regímenes autoritarios se basaba en una interpretación particular del principio de no intervención en los asuntos internos de otros países, una postura que Fernández adoptó durante su mandato.
Redacción Maduradas
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