Recientemente, el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB) alertó que, en el estado Bolívar, se ha registrado un importante y alarmante aumento de casos que involucran deserción escolar, desnutrición, trabajo infantil y violencia, que incluyen a niños y adolescentes.
Según una investigación realizada por el centro entre 2022 y 2023, más de 1.300 niños se encuentran fuera del sistema educativo, como consecuencia de que se han trasladado hacia las zonas mineras de Guasipati, El Callao, Tumeremo, Las Claritas, El Dorado y el Km 8 en la entidad. Así lo reseñó Efecto Cocuyo.
«Para muchas personas, la educación dejó de ser prioridad para concentrarse en cubrir sus necesidades más fundamentales, como por ejemplo, alimentarse. Para ellos, el trabajo se convirtió en una obligación», indica el estudio de la dependencia, el cual se titula «Situación de Niños, Niñas y Adolescentes en el Estado Bolívar: Sobre la Vulneración de Derechos y Formas de Esclavitud Moderna. Relatos de una Infancia en Riesgo».
Así mismo, el informe denuncia que, al menos 3.432 estudiantes, no pueden acceder a la educación, debido a problemas con permisos y representación, ya que sus tutores legales han migrado.
En ese orden de ideas, niños y adolescentes se habrían integrado, en gran medida, a las actividades de minería urbana, como consecuencia de la crisis. En específico, las actividades más frecuentes que desempeñan son la recolección de chatarra, limpieza de áreas de descanso de los mineros y otras afines. De hecho, alertaron que hay documentación de que algunos menores de edad participan en el tráfico y venta de combustible.
Así mismo, según el informe, los casos más extremos consisten en niños que optan por la mendicidad.
Redacción Maduradas con información de Efecto Cocuyo
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