Recientemente, el periodista venezolano Eligio Rojas reseñó el papel de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) en la red de corrupción dentro de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), investigada por el Ministerio Público y la Policía Nacional Anticorrupción.
Rojas refirió que, de acuerdo con la acusación de la Fiscalía, a la cual el comunicador tuvo acceso, las operaciones realizadas en la Tesorería de Criptoactivos de Venezuela se realizaron en el marco de una serie de «descontroles financieros e inobservancia de los debidos procesos administrativos», en conjunto con una sociedad mercantil, identificada como «Inversiones Supply, C.A».
El descontrol fue tal que se produjo una «confusión» entre los fondos manejados por uno y otro. Además, el documento precisaría que se manejaron fondos, por concepto de la asignación de buques petroleros por parte de Pdvsa, registrándose operaciones de comercialización de crudo de 4 buques identificados como Llanero, Narsa, Coral I y Astari, con las empresas Pegaso Energy Ag; J&L Solution, S21 Energy Dmcc y Zad Fuel DMCC, por la suma de ciento setenta y cuatro millones ciento cuarenta y ocho mil ciento treinta y seis con cincuenta y un centavos de dólares americanos ($174,148,136.51), indicando haber recibido noventa y nueve millones ciento sesenta y nueve mil cuatrocientos cuarenta y siete con seis centavos de dólares americanos ($99,169,447.06).
Sobre las granjas de minería, Rojas explicó que, según una inspección realizada por la Policía Nacional contra la Corrupción, unas 38 personas jurídicas estarían realizando minería digital de forma irregular.
Así mismo, otras fuentes revelaron que el cerebro de todas estas granjas mineras se encuentra en Trujillo, sitio que frecuentemente visitaba el entonces ministro de Petróleo, Tarek El Aissami. Así lo notificaron testigos de los hechos.
Redacción Maduradas
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