Esta semana, la agencia Reuters dio a conocer imágenes en las que se observa a cientos de venezolanos ingresar ilegalmente a Estados Unidos por el Río Grande o Río Bravo, que conecta al país norteamericano con México.
Una de las imágenes que dio la vuelta al mundo y generó mayor impacto fue la de un joven venezolano, originario de Maracaibo, que cargó sobre sus hombros a una señora de edad avanzada, también proveniente del Zulia, mientras cruzaba el río Bravo.
La señora, que requería atención médica y no tenía fuerzas para caminar por cuenta propia, requirió posteriormente de la ayuda de los agentes migratorios para continuar su camino.
Ese es el drama que han tenido que vivir miles de venezolanos que han huido de la crisis y que prefieren asumir el riesgo de perder la vida, o resultar detenido por las autoridades en Estados Unidos, antes que quedarse en Venezuela o emigrar a otro país de América Latina.
Para profundizar más sobre la migración de venezolanos hacia Estados Unidos, El Comercio conversó con José Vicente Haro, profesor de derecho constitucional de la Universidad Central de Venezuela y abogado defensor de los derechos humanos.
Lo primero que él explica es que hay tres factores que motivan a sus compatriotas a abandonar la nación.
El primero es el terrible estado de la economía -y la consecuente falta de trabajo e imposibilidad de alimentarse correctamente-, y, a partir de ella, se configura el resto.
“La segunda es la carencia de servicios públicos básicos esenciales, como, por ejemplo, la salud. Los hospitales operan con un sistema minimizado y no hay disponibilidad de medicinas”, contó.
“Hay muchos estados en donde el agua es un bien escaso. Hay quienes tienen problemas con ella o simplemente no la tienen. A ello hay que sumarle que la mayoría tampoco tiene electricidad y es muy difícil acceder al gas”, agregó.
El tercer punto, cuenta Haro, es la violencia. El especialista recuerda que, según el Observatorio Venezolano sobre la Violencia, en Venezuela se contabilizan anualmente entre 25 mil y 27 mil muertes violentas.
¿Por qué emigrar a Estados Unidos?
“¿Te has preguntado por qué en Venezuela el deporte más jugado es el baseball y el sueño de todo niño de barrio es ser pelotero de las grandes ligas? EE UU vino en los años 20 para explotar el petróleo”.
Resalta Haro que durante la época democrática, los venezolanos vieran al país del norte como un lugar en el que todos los servicios públicos funcionan, donde se puede prosperar, donde hay libertades.
¿Por qué no emigrar a Latinoamérica?
Haro resaltó que la situación en muchos países de América Latina no es estable en lo político y que muchos podrían en los próximos años estar en manos de la izquierda, algo a lo que huyen los venezolanos.
“En el Perú hay un candidato de izquierda que es preocupante. En Chile es muy probable que Piñera entregue el poder a alguien de izquierda. En Argentina están gobernando los amigos de Chávez y Maduro. En Brasil es probable que Bolsonaro no sea reelegido, y Colombia parece que tendrá un futuro similar”, advirtió.
Por tal razón, explicó Haro, el venezolano prefiere irse más lejos, a un lugar en donde el socialismo no tiene cabida.
“Los venezolanos ya tenemos 22 años de eso, así que la gente de a pie conversa que está juntando un poco de dinero para dárselos a un familiar y que este se vaya hasta allá”, dijo.
A todo esto, se le suma la falta de información.
Alguien escuchó que Joe Biden iba a apoyar a la migración, que iba a regularizar a los indocumentados y les iba a dar oportunidades, y fue suficiente para que muchos partieran hacia EE UU. “Pero no saben cuáles son los desafíos y peligros de recalar allá”, dijo el experto.
Ante la pregunta de por qué los venezolanos se animan a tomar tantos riesgos sabiendo que podrían terminar siendo deportados a México, Haro responde:
“Te lo voy a decir de manera muy cruda: la mayoría de ellos no tienen nada que perder, y cuando eso pasa, lo arriesgas todo”.
Y agrega: “Aquí en Venezuela, ellos tienen la muerte casi asegurada porque no pueden acceder a las medicinas, por la violencia o porque no tienen dinero para comer. Si a esas personas les dices que existe la posibilidad de ir a Estados Unidos, te van a decir: ‘¿por qué no?’ Y lo hacen”.