Las historias de las reinas de bellezas que se han involucrado con narcotraficantes, de los carteles más poderosos de México, no han tenido un final feliz.
Las modelos son la obsesión de estos capos que con lujos consiguen ganarse el amor de estas bellas y jóvenes mujeres.
El destino de estas reinas de belleza han finalizado en prisión, secuestro y muerte y sus historias han sido tomadas por periodistas y escritores para relatarlas en sus libros.
De acuerdo con Infobae, en Sinaloa se creó una frase para referiré a las mujeres bellas, “huele a pólvora”, debido a que son un “imán” para la atención de los peligrosos narcos.
Entre las trágicas historias está la de Dolores Camarena González, quien fue Señorita Chihuahua en 1980 y mantuvo una relación con Armando Olivares Cervantes, comandante de la Policía Federal y miembro del Cártel de Juárez.
En 1986 la joven mujer fue detenida por las autoridades de los Estados Unidos, quienes la acusaron de lavar dinero para el Cártel. Fue sentenciada a 200 años de prisión, pero solo duró 5 años.
Rocío del Carmen Lizárraga (18) fue la reina de Carnaval de Mazatlán en 1990 y su destino también dio un giro inesperado al ser secuestrada por quien luego se convirtió en el padre de sus hijos.
El narcotraficante Francisco Rafael Arellano Félix secuestró a la joven, tras la obsesión que tenía hacia ella.
El sujeto se la llevó al estado de Jalisco para casarse a la fuerza.
Meses después de este terrible hecho, la joven hizo una publicación en el periódico Noroeste, en el que confesó asumir el destino que le había tocado:
Yo, Rocío del Carmen Lizárraga Lizárraga, reina del Carnaval Internacional de Mazatlán 1990, me encuentro en estos momentos en esta ciudad y puerto de Mazatlán.
No quiero juzgar, ni señalar al hombre que será el padre de mis hijos, el que me dio su apellido y del que solamente he recibido atenciones, pues nunca he recibido un mal trato de su parte.
Acepto con resignación el camino que me ha deparado el destino y si Dios me ha puesto en este camino, debo seguir.
Espero que con la bendición de Dios, de mis padres y de todos ustedes que llegaron a apreciarme un poco, logre ser feliz de alguna manera al final de mi camino.
En 2013 fue asesinado Arellano en el puerto turístico de Los Cabos, en Baja California, durante una celebración familias.
Redacción Maduradas con información de Infobae