La escasez de polietino, el principal compuesto necesario para la elaboración de bolsas plásticas, se convirtió en una oportunidad de negocio. Al menos 1.500 familias trabajan en el relleno sanitario de La Ciénega, en el municipio Jesús Enrique Lossada del estado Zulia, para ganarse el pan.
Más de 4.000 personas se levantan de madrugada, a diario, para iniciar la jornada. Primero suben las montañas para bajar todo el plástico que puedan y posteriormente comenzar la selección. La mayoría de los recolectores, pertenecientes a la etnia wayúu, comentaron que las bolsas de mayor rigidez “las pagan mejor”.
Oswaldo González reúne por lo menos 60 kilos de plástico diariamente que le pagan aproximadamente en 300 bolívares, cinco bolívares por cada kilo.
“El camión me cobra tres mil bolívares para bajar los sacos que les compro a los ‘zamuros’ allá arriba, no es mucho lo que me queda. Si el día es bueno, me gano ocho mil y para eso me tengo que parar a las 2:00 am”, dijo Oswaldo.
Desde un abuelito hasta una niña menor de 15 años pueden verse entre las montañas de basura que comenzaron a crecer hace más de 30 años.
Eleida González también vive de esto. Tiene ocho hijos y, aunque su esposo trabaja sembrando yuca, asegura que el negocio de las bolsas le genera ganancias más rápido. “El kilo de bolsas sucias se compra entre 80 y 90 bolívares, dependiendo del sucio de la bolsa”, comentó Eleida.
Ella no solo trabaja en esto sino que lo convirtió en un lugar de apoyo para más personas. Les paga a tres vecinas 60 bolívares al día por blanquear, en una ponchera con cloro y jabón, los kilos de plástico que ella recolecta, reseñó La Verdad.
Redacción Maduradas