A fines de junio de 2014, Venezuela había perdido casi la mitad de los asientos disponibles para vuelos internacionales. A estas estimaciones de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), que fueron reseñadas por la agencia AFP, hay que sumar las bajas que se han reportado posteriormente. A esa caída desde 56.000 a 31.000 asientos semanales se sumará otro corte de 2.000 tras las reducciones anunciadas para agosto por Delta y Lufthansa. La salida de esas dos compañías reduciría en al menos otras 8.000 plazas semanales la oferta de asientos, dejándola en 20.000.
A esto hay que añadir el anuncio de United Continental Holdings Inc., empresa que a partir del 17 de septiembre dejará de volar diariamente a Caracas y sólo operará cuatro vuelos semanales.
Todos estos recortes en vuelos y frecuencias responden al atraso en las liquidaciones de divisas pendientes por parte de las autoridades venezolanas a las aerolíneas extranjeras. Las empresas ubican el monto en $4 millardos, el Gobierno argumenta que esa cifra es fruto de factores especulativos y no se ajusta a la realidad.
En todo caso esta diferencia entre las partes ha llevado a una pérdida de conectividad aérea para Venezuela.
Para Humberto Figuera, presidente de ALAV, «existe el riesgo real de aislamiento».
En un comunicado divulgado ayer del Ministerio de Transporte Acuático y Aéreo, se indica que el titular de esa cartera, Luis Gustavo Graterol Caraballo, recordó que se trabaja con aerolíneas locales y estatales para abrir utas al exterior y garantizar el acceso al sistema de transporte aéreo, reseñó el portal del diario El Universal.