Desde hace una semana el régimen de Nicolás Maduro implementa en el país el esquema 7×7 (siete días laborables -siete de confinamiento), como método para entrar a la nueva fase denominada como «nueva normalidad» o «normalidad vigilada», luego de tres meses de cuarentena social estricta para contener la propagación del coronavirus.
Sin embargo, el concepto de una “nueva normalidad” para muchos venezolanos comenzó desde que se puso en marcha el plan para la comercialización y distribución de la gasolina subsidiada.
La nueva normalidad, ahora, implica tener que pernoctar en vehículos en los alrededores de las estaciones de servicio al menos una vez a la semana para, con suerte, acceder a «gasolina barata» y evitar comprarla a precio «internacional».
“Esta es mi nueva normalidad. En mi caso, debo hacer dos veces la cola porque primero voy a llenar mi carro este martes y el miércoles el de mi mamá”, expresó una mujer llamada María Cedeño al diario El Carabobeño.
SOBRE EL NUEVO PLAN DE VENTA DE GASOLINA
El pasado lunes 1 de junio, comenzó el nuevo esquema de comercialización y distribución de la gasolina en Venezuela, anunciado por Nicolás Maduro el 30 de mayo.
En un mensaje televisado desde el Palacio de Miraflores por VTV, Maduro aseguró que la gasolina, casi totalmente gratuita en Venezuela desde hace décadas, pasará a tener un costo de 5.000 bolívares el litro, cuando la tarifa en vigor más utilizada era de 0,00006 bolívares (menos de un centavo de dólar).
Junto a estas tarifas oficiales subsidiadas – el cual el venezolano solo tendrá acceso por medio del Sistema Patria y solo 120 litros al mes – el régimen aprobó ahora una especial de US$0,50 que regirá en una red de 200 gasolineras en el país, las cuales surtirán un “producto súper premium”.
Lo que significa que, para llenar un tanque promedio de 40 litros (con combustible no subsidiado), el venezolano deberá pagar unos 20 dólares.
Redacción Maduradas con información de El Carabobeño
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