La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó que este año podría darse el tercer episodio consecutivo del fenómeno climático de La Niña el cual comenzó en septiembre del año 2020 y de extenderse hasta fin de año, alcanzaría tres inviernos boreales consecutivos, de ahí que se lo considere un «triple episodio».
Por su parte la agencia meteorológica de las Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que hay un 70% de probabilidades de que La Niña continúe durante septiembre y noviembre de este año.
El fenómeno de La Niña y El Niño son las dos fases opuestas de un mismo patrón meteorológico, que se conoce como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), el cual es un fenómeno natural de anomalía de la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial, que tiene consecuencias importantes para el clima alrededor del planeta.
El Niño es la fase cálida, y suele aparecer primero, cambiando la presión del aire y debilitando los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico.
Los vientos alisios arrastran las aguas superficiales cálidas desde la zona ecuatorial de la costa de Sudamérica hacia Asia, al otro lado del océano, ocasionando que surjan en su lugar las aguas de las profundidades, que son más frías.
Pero cuando estos vientos se debilitan, o incluso soplan en dirección contraria, llevan el agua cálida desde el sudeste asiático hacia Sudamérica.
La Niña ocurre cuando pasa el fenómeno contrario: cuando los alisios son muy fuertes, se refuerza la subida del agua fría profunda en la zona ecuatorial y la temperatura del mar cae por debajo de lo normal, considerándose la fase fría del fenómeno.
Generalmente, entre las dos fases ocurre un periodo llamado «zona neutra», en la que ninguno de los dos eventos están notablemente activos y las temperaturas son las promedio.
Alfredo «Alpio» Costa, climatólogo experto en Cambio Climático del Instituto Antártico Argentino, explicó que usualmente pasan entre dos y siete años desde que comienza un fenómeno del Niño hasta que el de la Niña.
Costa explicó que usualmente estos dos fenómenos no siempre se alternan, como está ocurriendo ahora, se repite solo una de las fases varias veces, sin que aparezca la contraria.
«Hace muchas décadas que no transitamos tres Niñas consecutivas», observa el experto.
El climatólogo señaló que el ENOS genera un impacto en gran parte del mundo porque «es tan vasta la extensión del océano Pacífico ecuatorial que termina teniendo un efecto en los patrones climáticos a escala global».
La Niña según Costa provoca cambios en América, Asia, África, y Oceanía, sin incidir directamente en países europeos, donde el clima está más afectado por otros factores meteorológicos.
«Los efectos de La Niña a lo largo del mundo, llamadas teleconexiones, son muy variados: en el este de Argentina y sur de Brasil y Uruguay produce sequía», detalla.
«Pero en el noreste de Brasil y en el norte de Australia y el sudeste asiático genera totalmente lo opuesto, con aumento de precipitación. Y hay zonas de China, India y Japón, al igual que el oeste de Canadá y el sur de Alaska (EE.UU.) que se ven afectadas con menores temperaturas de lo normal», señala.
La ONU aclaró que el ENOS no es causado por el cambio climático, resaltando que algunos científicos si creen que El Niño y La Niña se vuelven más intensos y/o más frecuentes como resultado del cambio climático.
«Es un fenómeno natural recurrente que ha estado ocurriendo durante miles de años», señala el organismo.
«Es probable que el cambio climático afecte los impactos relacionados con El Niño y La Niña, en términos de eventos climáticos extremos. La investigación adicional ayudará a separar la variabilidad climática natural de cualquier tendencia debida a las actividades humanas», concluye.
Redacción Maduradas con información de BBC Mundo
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