Más de 20 personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, en un partido del fútbol mexicano, específicamente entre el Querétaro y Atlas, cuyos enfrentamientos entre sus aficionados provocó la suspensión del encuentro.
De acuerdo a la información proporcionada por medios locales, todo comenzó en el minuto 61 del encuentro, cuando el Atlas contaba con la ventaja mínima en el marcador. Fue en ese momento, cuando las cámaras de televisión captaron la agitada movilización que se presentó en la cabecera del arco defendido por Washington Aguerre.
La policía no pudo evitar que las barras invadieran el campo de juego y, posteriormente, la violencia se trasladara desde las tribunas hasta las afueras del estadio.
La Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro informó en horas de la noche del sábado 5 de marzo que «hasta el momento, no se tiene reporte de personas fallecidas». Sin embargo, tienen conocimiento de «22 personas lesionadas, nueve de ellas trasladadas al Hospital General y, de estos, dos de gravedad».
Cifras extraoficiales apuntan, que como saldo de la violencia, al menos 17 personas fallecieron; aunque estos datos no han sido confirmados por ninguna autoridad ni de seguridad ni gubernamental.
Asimismo, en las redes sociales no tardó en difundirse la información acompañada de imágenes y videos del momento de tensión que vivieron los asistentes al encuentro. El material es realmente dantesco y son base principal del argumento de quienes sustentan las versiones sobre los fallecidos.