El Centro Carter levantó el manto de secreto sobre la auditoría de no duplicidad de huellas de la elección presidencial de 2013, auditoría sobre lo que se fundamentó la impugnación de los comicios. Según el informe de este organismo los técnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE) reconocen que hace 14 meses se produjeron 247 casos comprobados de votos duplicados.
En el informe del Centro Carter (que se emite seis meses después de que el CNE culmina la auditoría) se indica que aunque la realización de la auditoría de no duplicidad de huellas por parte del CNE demostró que el sistema biométrico usado «aparentemente tiene la capacidad para identificar post hoc el voto múltiple o voto usurpado (…) y que la ocurrencia de estos fue relativamente baja».
No obstante, se aclara en el informe que la no participación de partidos políticos ni observadores en la auditoría, así como la falta de información sobre el proceso y sus resultados ante la ciudadanía (los rectores solo entregaron los resultados a la Unasur) significaron la pérdida de una oportunidad importante por parte del CNE para aumentar la confianza en el proceso y limitó la posibilidad de que terceros pudieran corroborar tanto los procedimientos ejecutados como sus resultados, reseñó el portal del diario El Universal.
Según la información ofrecida por el CNE al Centro Carter la comparación de huellas se habría realizado en dos fases: a) una primera, automatizada, donde se clasificaron las transacciones de acuerdo al score reportado por el Megamatcher accelerator y b) una segunda etapa en donde se realizó una verificación manual de los resultados de la primera etapa considerados «no conclusivos,» la cual fue realizada por especialistas en dactiloscopia especialmente contratados por el ente rector. Los criterios utilizados para clasificar los resultados de las transacciones obtenidas durante el cruce de la data se dividieron en cinco categorías:
1. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 400, los cuales fueron considerados duplicados automáticos;
2. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 300 hasta 400, las cuales debían ser verificadas por un perito en un 100%;
3. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 200 y hasta 300, las cuales debían ser verificadas por un perito en una muestra aleatoria del 10 por ciento del total encontrado;
4. Transacciones con un score mayor o igual a 150 hasta 200, las cuales debían ser verificados por un perito en una muestra aleatoria del uno por ciento del total encontrado; y
5. Transacciones con un score mayor o igual a 100 hasta 150, las cuales debían ser verificados por un perito en una muestra aleatoria del 0,5 por ciento del total encontrado.
Los técnicos del CNE explicaron que para que se considerase que una huella era idéntica a otra ésta debía tener un «score de comparación» fijado a partir de 800 puntos, por lo que para clasificar los resultados, y considerar que un registro era idéntico a otro (duplicado automático), el CNE optó por un rango «relativamente bajo» de 400 puntos.
Según el análisis realizado por el CNE (los técnicos de los partidos no participaron de la revisión) los casos de posible duplicidad encontrados en la primera categoría (mayor o igual a 400) fueron 94. Estos casos fueron considerados como «duplicados automáticos.» Los casos registrados en el segundo rango (de 300 hasta 400) sumaron 153 pero estos fueron evaluados en su totalidad por los peritos, confirmándose como casos comprobados de huellas duplicadas. En cuanto a los casos correspondientes a la tercera categoría (de 200 a 300), se registraron 7.776 casos, de los cuales los peritos evaluaron una muestra del 10 por ciento (778 casos), en esta categoría y tras la revisión de los peritos se confiramaron 20 casos de huellas duplicadas. En la cuarta categoría (de 150 a 200) se encontraron 167.062 casos, de los cuales se envió a revisión manual de los peritos una muestra del uno por ciento, posterior a la cual se encontró un duplicado. Finalmente, en la última categoría (de 100 a 150) se encontraron 4.238.248 transacciones con posibilidad de duplicado, de las cuales se envió a peritaje una muestra del 0,5 por ciento confirmándose un caso de huella duplicada.
Una vez obtenidos los resultados de la evaluación realizada por los peritos, el organismo electoral concluyó que un total de 247 huellas fueron consideradas como casos reales y comprobados de voto duplicado. En base a una proyección estadística que tomó en cuenta el universo de huellas registradas por el ente rector. Los técnicos del CNE expresaron los resultados finales de la auditoria de no duplicidad de huellas de la siguiente forma: un total máximo de 1.454 votos (correspondiente al 0.07 por ciento del total de huellas registradas) podrían haber sido afectados por casos de voto múltiple.
Por otra parte, los 94 casos que no fueron a peritaje (correspondientes a la primera categoría de duplicados automáticos) fueron considerados casos reales y comprobados de voto duplicado, así como también se consideraron reales los 153 casos correspondientes al resto de las categorías identificadas en la muestra y posterior a la verificación de los peritos.
Advierten en el Centro Carter que todos estos casos ameritarían ser presentados ante el Ministerio Publico para su prosecución, por tratarse de casos en los que se incurrió en un delito electoral. En cuanto al resto de las proyecciones realizadas por el CNE el total de registros con posible problema de identidad en la base de datos del SIA fue de 9.272, lo que al sumarlo a los 1.454 casos máximos de posibles votos duplicados arrojan un total de 10.726 votos máximos afectados por identidad negativa o voto múltiple.
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